El mundo de la cultura, la política, los medios de comunicación o la Casa Real ha lamentado hoy el fallecimiento de Antonio Fraguas, Forges, el humorista gráfico que, pese a ser una de las voces más críticas de España, se convirtió en uno de los cronistas más respetados de la historia de la Democracia. Con su pérdida se nos va Blasillo, Mariano y Concha, Cosma y Blasa o Borja, esos personajes con los que no solo relató con humor la actualidad española, sino con los que renovó el lenguaje gráfico al que los lectores estaban acostumbrados.
Así lo ha destacado el presiente del Gobierno, Mariano Rajoy, para quien Forges ha sido un "humorista gráfico referente en la prensa española"; y el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, quien ha confesado que le proporcionaba una "risa diaria" que le "provocaba" reírse de "él mismo".
Unas afirmaciones que se han visto también en las redes sociales, donde otros políticos como la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, o el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, también han sumado a las condolencias por el fallecimiento del que han considerado "retratista de nuestra Historia". Y los telegramas a su familia han llegado también políticos como el ex presidente del Gobierno, José Luis Zapatero, para quien Forges ha pasado a formar parte "para siempre" de la memoria democrática de España a través de su "testimonio de lucidez y bonhomía".
Los Reyes también se han sumado a estas condolencias y, a través de Twitter, han calificado al artista de "referente de sabiduría y de defensa de los valores democráticos". "Los españoles -dice literalmente el tuit- nos quedamos hoy huérfanos de un referente de sabiduría y de defensa de los valores democráticos. ¡Cuántas lecciones nos ha dado Forges para nuestra vida individual y colectiva! Sentimos con mucha pena su muerte".
A la pena por la pérdida de uno de las voces referentes de la historia de la Democracia, se ha sumado el lamento por el adiós a un "gran amigo", según ha reconocido José María Pérez, Peridis. "Era una persona que curaba los males de la sociedad e iluminaba la vida con su humor", ha declarado Peridis tras conocer el fallecimiento de Forges, víctima de un cáncer de páncreas, y cuya capilla ardiente se ha instalado en el tanatorio de la M-30 de Madrid.
Pero la vida profesional del humorista gráfico madrileño tiene también una faceta televisiva, según ha recordado el presentador José María Íñigo, quien lo conoció en 1968 en TVE cuando era mezclador de imagen de los programas que Íñigo producía. "Siempre estaba dibujando en un papel, con una mano mezclaba la imagen y con la otra dibujaba. En más de una ocasión le decía: ¡deja de una vez los puñeteros dibujos y dedícate a tu trabajo! Se lo decía montones de veces", ha contado.
Según ha destacado el escritor Manuel Rico, presidente de la plataforma "Seguir Creando", la vida de Forges en sus últimos años se convirtió en una lucha por la modificación del artículo 165 de la Ley de Régimen de la Seguridad Social. "Ahora todos van a hablar de la genialidad de su obra, pero poco van a hablar que sus últimos dos años, en los que su gran batalla fue recuperar cuatro años de pensión que le habían quitado y que no ha logrado recuperar", ha expresado Rico sobre la situación de Forges, quien tenía que devolver a Hacienda los cuatro últimos años de pensión, unos 160.000 euros.