Jean-Michel Jarre: "Hacer musica electrónica es como cocinar, es algo muy sensorial"

"Hacer música electrónica es como cocinar, es mezclar frecuencias de manera muy sensorial", ha manifestado este martes el artista francés Jean-Michel Jarre, uno de los pioneros de la música electrónica, que ha visitado Madrid para presentar 'Electronica 1: The time machine', un disco lleno de colaboraciones que abarca las últimas décadas del sonido electrónico y que saldrá a la venta el próximo 16 de octubre.

Pete Towshend, John Carpenter, Fuck Buttons, Moby, Lang Lang, 3D (Massive Attack), Boys Noize, Little Boots o Air son algunos de los artistas que participan en este proyecto, concebido para aunar en un album las grandes "inspiraciones" del músico y la "continuidad" del género al que ha dado vida desde hace cuatro décadas, según ha explicado durante una entrevista concedida a Europa Press.

"No es un resumen de la música electrónica, quería solo mostrar lo que ha sido mi inspiración durante estos últimos años", ha señalado Jarre, quien recuerda que en sus comienzos lél y sus contemporáneos eran considerados unos "marcianos", mientras que ahora la electrónica "está en todas partes y ya no hay barreras".

Preguntado acerca de ciertos colaboradores que no están vinculados con la escena electrónica, Jarre ha señalado que Towshend (The Who), por ejemplo, fue el primer británico en incluir sintetizadores, tal y como se observa en discos como 'Who's next?', y también es el inventor de la ópera rock, con la idea de "trasladar las barreras de la música". En cuanto a Lang Lang, señala que es "un alien de la música clásica".

La segunda parte de este experimento se publicará en abril de 2016 y contará con algunas colaboraciones estrella como las de Gary Numan, Hans Zimmer, el cineasta y músico David Lynch e incluso Cindy Lauper, a quien se ha referido como "la primera Lady Gaga" que sirvió como "vínculo entre el synthpop y el electropop".

"Para la mayoría de la gente la electrónica está relacionada solo con la escena dj y puede ser algo frío o robótico, pero es exactamente lo contrario. Por eso este proyecto es importante para reencontrarse con el tiempo actual, porque la música eletrónica no es electrónica, sino que lo son los intrumentos, y este viaje es muy orgánico", ha explicado el músico.

COMPARTIR SECRETOS Y JUGUETES

La grabación de este disco ha sido un "trabajo artesanal" y, de hecho, resume la labor de todos ellos con una frase: "Amistad a través de la artesanía". Durante los cuatro años que le llevó este proyecto, Jarre recorrió muchos kilómetros para reunirse con cada uno de los artistas que, para su sorpresa, abrieron sus puertas a este proyecto.

Berlín, Londres o Nueva York fueron algunos de los destinos que el músico visitó para hacer posible estas 15 canciones, en las que todo el mundo ha compartido sus "juguetes" y sus secretos, tal y como ha señalado.

Tal y como ha explicado, lo único y genuino que diferencia a cada uno de los artistas que colabran en este trabajo es que su música es "reconocible" cuando tan solo se escuchan unos segundos. Además, el artista francés alude al carácter independiente del paso de los años, algo "específico" de la música electrónica que lo mantiene unido a los músicos de esta generación.

Cuando pensó en este proyecto no reflexionó sobre la idea de llevar el disco de gira. Aunque reconoce que resulta algo complicado, afirma que entre abril y mayo de 2016 ofrecerá varios conciertos, a lo que le seguirá una gira mundial en la que muchos de los colaboradores del disco participarán según sus disponibilidad.

Jarre siempre ha querido distanciarse de otros músicos europeos como Kraftwerk o Tangerine Dream. Según ha explicado, cuando comenzó la electrónica hubo dos acercamientos muy diferentes. Por un lado, el sonido alemán, "muy robotico", en el que la máquina era el centro de la creación.

En el lado opuesto se situaba Jarre, con un acercamiento a la música "obsesionado por que ningún sonido fuera igual. "Hipnótico pero no repetitivo", ha dicho, al igual que ocurre con las olas del mar o los latidos del corazón, que "nunca son iguales".