"Si quieres que te paguen más, pídelo, y si tienes que ser más agresiva, sé más agresiva y no pidas perdón". Así de rotunda se muestra Jennifer Lawrence en una entrevista con motivo del estreno de su nueva película, "Joy", en la que interpreta a una mujer que alcanza el éxito en un mundo de hombres.
La estadounidense, al igual que Joy Mangano, su personaje en el filme, lleva a cabo su particular lucha: conseguir una igualdad salarial entre los actores y las actrices del universo de Hollywood.
Para la joven, esta es una batalla individual que depende de cada mujer, asegura Lawrence, que a sus 25 años ya ha conseguido un Óscar por "El lado bueno de las cosas", además de otras dos nominaciones, además de dos Globos de Oro, premio al que aspira de nuevo por "Joy".
Una lucha personal que la acerca mucho al personaje que encarna en la cinta dirigida por David O. Russell, en la que es su tercera colaboración con él tras "El lado bueno de las cosas" y "la gran estafa americana". Las semejanzas entre Jennifer y Joy son múltiples: ambas son mujeres independientes y decididas que no se rinden a la primera de cambio, aunque la cualidad común que destacó la actriz con vehemencia fue "la tenacidad".
En la película, Lawrence tiene que lidiar con un padre problemático, una madre depresiva y un exmarido con el que todavía comparte techo para crear la "Magical Mope", una fregona con un cabezal extensible y flecos de algodón.
Entre el Globo de Oro a "Mejor actriz de comedia" al que está nominada por "Joy" o una "Magical Mope", la actriz de Kentucky tiene claro lo que elegiría. "Me quedo con la fregona, por supuesto, porque es mágica y podría hacer de todo con ella. Incluso podría ser un arma", apuntó mientras sonreía.
Porque, asegura, en el mundo actual es posible ser madre sin renunciar a una carrera profesional. "Durante mucho tiempo se tenía la idea de que para ser un buen padre o una buena madre tienes que sacrificarlo todo, algo que quizá era verdad y por lo que mucha gente ha pasado, pero afortunadamente los tiempos están cambiando", explicó.
El día de Navidad se estrena en Estados Unidos la historia real de Joy Magnano, una madre divorciada con tres hijos que revolucionó el mercado con sus inventos para el hogar y que consiguió fundar su propia empresa en Estados Unidos.
Lawrence, conocida por su papel en la saga "Los Juegos del Hambre" y "X-Men" remarcó el logro de Mangano y su valentía por lanzarse al mundo empresarial a pesar de tener que cargar a sus espaldas con los problemas diarios de una familia desestructurada.
Lawrence no es una desconocida en la filmografía de Russell ni tampoco en su círculo de actores preferidos, puesto que comparte cartel de nuevo con Bradley Cooper y Robert de Niro después de haberlo hecho en "El lado bueno de las cosas" (2012) y "la gran estafa americana" (2013), ambas del director neoyorquino.
Mientras espera conseguir su cuarta nominación a los premios Óscar, se enfrenta a críticas que se quejan de que se ponga en la piel de mujeres de treinta y cuarenta años con hijos, a pesar de estar todavía en la veintena. "No creo que sean comentarios sexistas -matizó- ya que David (O. Russell) hace los personajes que quiere, cuenta las historias que quiere y llama a los actores que quiere y no le importa nada la edad".
Las dos horas de metraje se llenan de personajes latinoamericanos, interpretados entre otros por la dominicana Dascha Polando ("Orange Is The New Black") y el venezolano Édgar Ramírez ("La noche más oscura"), que empujaron a Lawrence a lanzarse a hablar en castellano. "Fue difícil, pensé que sería más fácil y que consistiría solo en escuchar y repetir, pero todos fueron muy pacientes conmigo", subrayó la actriz.
Lawrence recordó el guión de la película que actualmente escribe con su amiga la cómica Amy Schumer ("Trainwreck"), en la que ambas serán hermanas, y avanzó que, si bien todavía no hay fecha de estreno, descarta que esta sea solo una colaboración puntual.