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El nacionalismo no es del siglo XXI, es una ideología "obsoleta y anticuada", ha considerado hoy el escritor británico Ken Follett que ha asegurado también que el Brexit ha sido una idea "muy mala" para su país: "Los británicos dicen que mejor están solos y los catalanes también, pero no creo que sea así".

Follett ha presentado hoy en el escenario del Teatro Infanta Isabel de Madrid "Una columna de fuego" la nueva novela de su saga "Los Pilares de la Tierra", una historia de espías ambientada en el siglo XVI y que tiene Sevilla como uno de sus escenarios, cuyos principales personajes han posado con el autor en una "fotografía viviente".

Follett ha dicho que lo bueno de escribir sobre el pasado es que se sabe "cómo acabó" y ha asegurado que es más difícil hacerlo sobre el presente: "no tengo ninguna respuesta sobre el siglo XXI", ha señalado para añadir que el Brexit "es una idea muy mala" y que cree que, dentro de 20 años, los británicos pensarán que fue "la peor decisión que nunca han tomado".

El autor de "Los pilares de la tierra", la novela más leída en España, ha explicado que el nacionalismo "no va a ayudar" ya que "el futuro está en la integración, no en la independencia", aunque ha admitido que "quizá" se confunda.

Follett prosigue en "Una columna de humo" la saga que comenzó con "Los pilares de la Tierra" (1989) y continuó con "Un mundo sin fin" (2007), una historia que transcurre durante el próspero y convulso reinado de Isabel I de Inglaterra y con las guerras de religión como telón de fondo. Pero, como ha insistido hoy el autor, su libro no es sobre la religión sino sobre la libertad, porque con su saga ha tratado de explicar cómo el mundo occidental ha llegado a lo largo de la historia a la libertad.

Una novela en la que, ha dicho, los auténticos enemigos no son las religiones rivales sino que la batalla es la que enfrenta a quienes creen en la tolerancia contra los que quieren imponer sus ideas a todo el mundo.

En "Una columna de fuego" se habla del primer servicio de espionaje inglés, y aunque los personajes de cada libro de la saga son diferentes, ya que transcurren dos siglos entre cada uno de ellos, la ciudad imaginaria de Kingsbridge vuelve a ser escenario de la novela, que transcurre también por Sevilla.

Follett ha recordado su admiración por las novelas protagonizadas por James Bond y cómo siempre quiso transmitir en sus libros la "intensidad de la emoción" que sentía él con las historias escritas por Ian Fleming sobre el agente 007. "Ese embeleso, esa fascinación, tienen algo de mágico", ha indicado el escritor británico, que sitúa sus personajes ficticios en episodios históricos, intentando reflejar la vida cotidiana.

Más de 200 libros ha utilizado Follett para documentarse en el proceso de escritura de esta novela, ha explicado el autor que ha asegurado que Shakespeare es "siempre una ayuda".

Existe mucha información para documentarse sobre el siglo XVI porque hay gran cantidad de libros de memorias y de cartas, ha recalcado el escritor que, no obstante, ha agregado: "para el novelista la norma es que si nadie sabe la respuesta a la pregunta, entonces te lo puedes inventar".

Con más de 160 millones de ejemplares vendidos de sus 30 novelas, que han sido publicadas en más de 80 países y en 33 idiomas, el escritor ha afirmado que él escribe los libros que le gusta leer a la mayor parte de la gente.

"Las novelas no tienen por qué ser muy intelectuales", ha sostenido Ken Follet, que cree que cuando se habla de cultura "no se trata de una gran intelectualidad sino de las emociones": "La cultura no va de ser intelectual, tiene que llegar al corazón".

Para Follet, esta última novela podría ser adaptada no al cine, por su extensión, sino a una serie televisiva de 12 horas, en la que le encantaría actuar como ha hecho en alguna otra ocasión, y en la que le gustaría interpretar "al jefe de los espías".