'LBQ' de La Bien Querida, "una vuelta a los orígenes, al indie y a la artesanía"
- Lanza este viernes la canción con la que reivindica, frente al signo de los tiempos, el no ser ambicioso
"Decir que algo no es ambicioso está mal visto y por eso lo digo, pero es que no es un disco pretencioso en el sentido de que es sencillo pero honesto y que he hecho lo que mejor sé". La Bien Querida lanza este viernes 'LBQ', "una vuelta a los orígenes, al indie y a la artesanía" de la canción con la que reivindica, frente al signo de los tiempos, el no ser ambicioso
Ana Fernández-Villaverde, más conocida como 'La Bien Querida', nació en Bilbao en 1972 e inició su carrera musical en el año 2008. 'LBQ' llega tras 'Paprika' (2022) y es, en sus palabras, lo mejor para conocerla como persona, por los numerosos detalles íntimos que ha incluido, y también como artista, pues convergen todos los estilos por los que ha transitado desde el rompedor 'Romancero' (2009).
Pasión por los contrastes
Mucho antes de que el folk nacional contemporáneo ganara popularidad, la cantante bilbaína ya experimentaba con el pop alternativo, integrando elementos de la música tradicional española, como pasos de Semana Santa, junto a géneros tan diversos como la canción melódica, la italiana, la salsa, el "kraut rock" o el "synth-pop". En su último trabajo, esta mezcla ecléctica vuelve a ser su sello distintivo.
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'LBQ' refleja su pasión por los contrastes, especialmente evidentes entre la atmósfera sombría y "post rock" de 'Naufragio', una de sus canciones favoritas, y el brillo de 'Mundaka', que evoca "un poco como de festival de San Remo", según describe la propia artista.
En este disco, la colaboración con David Rodríguez, productor habitual de sus trabajos, destaca especialmente. "Se luce un montón como arreglista", señala la cantante, quien valora su capacidad para realzar unas letras siempre cuidadas y teñidas de humor. "Es la persona que mejor me entiende", añade.
Contrastes
Desde el primer tema, 'Ni bien ni mal', se perciben unos sintetizadores "muy Van Halen y ochenteros que dan ganas de dar saltos" que chocan con la "necesidad de introspección" que la artista explora, en un contexto donde está "tan sobrevalorada en redes sociales la falsa felicidad que vendemos todo el tiempo y la tristeza total".
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Pero también hay versos cargados "de humor y venganza disfrazada de inocencia", como en 'SOS', donde canta: "Cuando estés solo y estés viejo / querrás haberte quedado conmigo / Yo podría encenderte el fuego / te prepararía sandwichitos".
El amor como eje temático
El amor sigue siendo el eje temático del álbum, abordado desde múltiples ángulos: lo exalta en 'Bar Dixie', lo añora en 'Podría haber sido', lo critica y, por primera vez, lo enfoca "para ensalzar el amor propio más allá del amor romántico", un reflejo del momento personal que vive la artista. Además, incluye dos canciones sobre la maternidad: 'Una estrella' que quiere dedicar a "la mujer que algún día será mi hija, cuando yo no esté", y 'Un milagro', escrita para la película On The Go de su amiga Julia de Castro.
"Vivimos en la cultura del yo y solo pensamos en nosotros mismos"
En 'Como te amo yo', la cantanante reflexiona sobre el miedo al compromiso con versos como "A mí me asusta el miedo de los demás" y "Ojalá tú me quisieras sin saber ni cuándo ni dónde".
Sobre el amor actual, sentencia: "Vivimos en la cultura del yo y solo pensamos en nosotros mismos. No puede existir amor si antepones eso a la otra persona, si no te expones y no permitimos que nadie nos haga daño, porque al no hacerlo, te pierdes cosas. Para mí, el amor ya no se vive como se vivía antes, pero tampoco voy a juzgarlo".
