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La sociedad española debe "salir del abatimiento, levantar la cabeza y mirar hacia delante", asegura el periodista y escritor Gonzalo López Alba, que en su novela "Los años felices" retrata, a partir de la Transición, cuarenta años de historia a través de las vivencias de tres amigos.

Una novela, editada por Planeta, que acerca al lector a la generación del "baby boom", la más numerosa de la historia de España y a la que "el estallido de la crisis cogió en el poder", explica en una entrevista con Efe López Alba.

España ha pasado por circunstancias históricas muy diversas y, si consiguió salir adelante, "¿por qué no va a hacerlo otra vez?", se pregunta el autor, que considera que el país necesita "un liderazgo más fuerte".

El protagonista de "Los años felices", un joven llamado Fausto Aretino, hijo de un carbonero, llega a Madrid en plena Transición dispuesto a convertirse en periodista, procedente del pueblo de Peñanegra, donde deja a sus dos amigos, Ovidio y Diego.

A través de estos tres personajes principales, dibuja un "retablo social" y la crónica de los cambios vividos en España entre la ilusión de 1977 y el abatimiento de 2012 por una generación a la que marcó "la actitud de que se podía conseguir lo que se ambicionaba y que los sueños se podían conquistar".

Así, los tres personajes, que disfrutaron los años felices de la prosperidad democrática, vuelven a encontrarse en el ecuador de sus vidas después de que Fausto Aretino haya pasado de la preocupación ética a "sucumbir a los cantos de sirena y a la notoriedad".

López Alba explica que, aunque empezó la novela cuando cerró Público, el periódico en el que trabajaba, en febrero de 2012, la idea de escribir sobre estos años rondaba por su cabeza desde hacía tiempo.

Con el convencimiento de que para entender el presente y enfocar el futuro hace falta conocer el pasado, el autor explica que las décadas en las que transcurre la novela han sido las más cambiantes de la historia reciente de España.

A pesar de que está protagonizada por un periodista, López Alba señala que no se trata de una obra autobiográfica sino que personajes reales con nombre y apellidos en escenas históricas se mezclan con otros de ficción que no responden a una persona concreta, pero sí comprenden "retazos de múltiples personas".

Aparte de ser un medio conocido, el que el protagonista fuera periodista le facilitaba la construcción de la trama de ficción con el decorado de la historia reciente de España, ya que servía "de engarce natural, de espejo para dar testimonio directo de los acontecimientos".

Y es que el periodista es el "historiador del día a día", ha indicado el autor, que ha querido también reivindicar en su novela este oficio.

Como ejemplo de las oportunidades de la época que vivieron, Ovidio Mendía representa a aquellos "que alcanzaron el éxito profesional y acabaron rindiéndose a valores espurios y siendo el exponente de la corrupción", explica López Alba, que dibuja en el tercero de los amigos, Diego Esmo, el problema de las dudas sobre la orientación sexual, "una injusticia sobre el derecho de igualdad".

Para Gonzalo López Alba, el rigor documental ha sido fundamental a la hora de escribir este libro, ya que, asegura, no puede dejar de ser periodista. Y su objetivo fundamental, confiesa, era "intentar comprimir en 400 páginas 40 años de historia y hacerlo de una forma entretenida y rigurosa".