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Los Mácbez serían "normalitos" si no fuera porque, como sus "antepasados", devoran poder y actúan antes de pensar. Juan Cavestany y Andrés Lima han adaptado a 2014 la "pesadilla" de Shakespeare ambientándola en "la Escocia española", es decir Galicia, con orujo, meigas y chanchullos por medio.

Lima ha presentado Los Mácbez, que se estrenó en Narón (A Coruña) en marzo y ya ha pasado por Orense y Murcia, en el María Guerrero (Centro Dramático Nacional), donde estará desde mañana al día 15 de junio, interpretada en sus papeles principales por Carmen Machi y Javier Gutiérrez.

Galicia, ha argumentado Lima, es "perfecta" para ser la Escocia de los Macbeth, porque "es distante", a la vez que tiene "la cercanía de lo cotidiano", además de "medieval en muchas cosas".

De hecho, explica el director, esta adaptación escrita por Cavestany se sitúa allí, porque la superstición, las brujas, las meigas, que encarnan "el deseo oculto de esa pareja de alcanzar lo que quieren", "están más vivas que en ningún otro sitio del mundo".

Lima quería que el espectador se identificara con los personajes y pudiera sentir empatía con ellos; por eso, "ven lo que ellos ven", en un "espacio psicótico" como decorado, es decir, una caja blanca "en la que cualquier cosa puede pasar".

El miedo y el terror forman parte de la función, porque a Shakespeare, sostiene Lima, le interesaba mucho ese lado oscuro, el que anima "a conseguir lo que se quiere, como sea", como hacían, compara, "Bárcenas y su grupo".

Los personajes son gente normal y corriente, con sus deseos y ambiciones: "Es un presidente de la Xunta, pero podría ser el jefe de un supermercado, porque es una tragedia muy cercana".

"A la gente al principio le parece una comedia. Les hace reír que se hable del Pazo de Raxoi, de la Xunta de Galicia, de percebes, del Narón Balompié, de ribeiro y corrupción, pero luego son conscientes de la tragedia que es", explica Lima.

Han querido que el Castillo de Duncan -aquí Duarte- fuera el Pazo de Raxoi, y la casa de los Mácbez, el de Betanzos y no el de Meirás, aunque, ha matizado Lima, "Franco fue un gran Macbeth".

MACBETH, LA OBRA MAS ACTUAL

Los Mácbez podría ser, concede, "una tragicomedia", y detalla que en las funciones en esa comunidad el público se dividía entre quienes se lo tomaban con sentido del humor y quienes estaban "preocupados por si salía su cuñado o él mismo".

Macbeth, indica, es "la obra más actual" de Shakespeare, porque se basa "en conceptos esenciales". Es "un espejo" con el que se encuentra el espectador.

En la actualidad, dice, "la mentira se ha hecho oficial, está admitida desde la Guerra de Irak" y, si se escuchan "las enseñanzas" de la señora Mácbez "se podría llegar a ser presidente de Estados Unidos".

"Para engañar al mundo, haz como hacemos todos: llena de amabilidad tu mirada, tus manos, tu lengua, aseméjate a una flor inocente, pero sé la sierpe que hay debajo", ha declamado Machi.

La protagonista ha confesado que nunca "en su vida" había soñado ni deseado ser Lady Macbeth, pero ahora entiende esa pasión de sus colegas.

"Es un personaje extrañísimo, lleno de enigmas e incógnitas. Es un triple salto mortal, aunque fascinante y siempre en proceso de creación. Creo que ella es 'el hombre' de la función, la cabeza pensante. Es la constante insatisfacción sexual y moral. No tiene límites", describe Machi.

Una "ninfomaniaca", resuelve Lima, a lo que ella añade una "multiorgásmica" que no se mancha las manos con sangre, aunque se empape con ella.

Para García esta obra de Shakespeare es "la cumbre del teatro", y el reto ha sido "hacer un ser muy normal", es decir, "un político de baja estofa en una Galicia muy caciquil y con muchos casos de corrupción, que igual podría ser Valencia o Madrid, pero tremendamente humano".

El actor está convencido de que su personaje es un asesino, "pero cargado de culpa, lo que le hace más humano", algo que Machi discute con vigor, porque se niega a que ella sea "la mala, y él no".

Machi y Gutiérrez, ha intervenido Lima, "eran" los Mácbez, porque "se comportan como si fueran un matrimonio" y "discrepan" sobre las verdaderas razones del comportamiento de unos y otros.

"Son el ying y el yang perfectos", ha remachado el director, que cree que Shakespeare entra "en el dormitorio de esta pareja para que cuenten sus confidencias al público. Es una tragedia íntima, familiar, pero con graves consecuencias públicas".

El director del Centro Dramático Nacional (CDN), Ernesto Caballero, ha recordado que esta es una producción conjunta con la UTE Los Mácbez, formada por Siamesas, Carallada Show, Mama Floriana y Asuntos Culturales.