Llegó, vió y venció. La reina del pop recuperó su trono, si es que alguna vez lo había perdido, ante la mirada atónita de más de 100 millones de espectadores. La cantante norteamericana fue la encargada de amenizar el intermedio de la Super Bowl, que enfrentaba a los Patriots de Nueva Inglaterra contra los Giants de Nueva York. Era la primera vez que la ambición rubia se enfrentaba a un público como este, de hecho, es el programa televisivo más visto del año en Estados Unidos. En solo 12 minutos, Madonna deslumbró a los televidentes con su entrada a lo Cleopatra en el escenario. Una legión de romanos cargaban con ella a hombros en su trono, con su capa dorada, sentada en su carroza y acompañada por el Cirque du Soleil. La diva del pop vistió de alta costura, en concreto, de Givency Haute Couture de la mano de Ricardo Tisci que diseñó tres espectaculares cambios para los 12 minutos de la cantante sobre el escenario. Además, lució espectacular tocado de Phillipe Tracy y joyas de Bvulgari.
‘Vogue’ fue la canción principal elegida por la reina del pop, a la que siguieron grandes clásicos como 'Music', 'Ray of Light' o 'Holiday'. Y también su nuevo single 'Give me all your loving'. Terminó su insuperable actuación con'Like a prayer'. En el escenario estuvieron junto a Madonna: LMFAO, Cee Lo Green, Nicky Minaj y M.I.A. Esta última, provocó la polémica con una peineta a la cámara, que se emitió a todo el país y eso, a pesar del retardo televisivo impuesto hace varios años tras el escándalo de Janet Jackson y Justin Timberlake cuando se la cantante se descubrió un pecho.
Fue un espectáculo global, que generó 8.000 tuits por segundo.
Tras la actuación de Madonna y el despliegue sobre el escenario, bastaron sólo 7 minutos para que 600 voluntarios ayudasen a desmontarlo y continuasen con el otro espectáculo, el gran duelo de fútbol americano.