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"Seis millones de personas de público potencial" y poco más de tres festivales en todo el verano. Así era el panorama musical de Madrid hasta este año, en el que se tornará en oasis súbito con al menos 6 citas nuevas para todos los gustos y, según sus organizadores, concebidas paralelamente "de forma casual".

"En algún momento alguien tenía que saltar al vacío y parece que ha sido una reacción en cadena", considera José Manuel Piñero, miembro de la dirección de GetMAD!, el primero de los nuevos festivales en llegar a la ciudad.

Durante la jornada de hoy y la de mañana, esta cita que ha elegido Malasaña y sus salas de música como foco e inspiración ("una celebración de la esencia de lo que ocurre aquí, en un barrio en continua transformación cultural", subrayan) reunirá a bandas de prestigió y corte "indie" como Wire, Black Lips, The Soft Moon, Eagulls y Sex Museum.

Solo unos días después, el 4 y 5 de junio, les tomará el relevo otro estreno, el de Utopía, esta vez un formato a lo grande, en pleno campus de la Universidad Complutense y centrado en las estrellas de la música electrónica, véase, David Guetta, Diplo, Armin Van Buuren y Alesso, entre muchos otros.

"El gran problema de Madrid son los espacios, porque no hay nada para aforos de 30.000 o 40.000 personas", destacan sus organizadores, bien versados en la nutrida oferta barcelonesa, con la que encuentran otro factor diferenciador: "Aquí no hay apoyos a eventos de este tipo, y no hablamos solo de lo económico. No hay ni una ventanilla ni un interlocutor claro con la administración".

La búsqueda de un espacio acorde con sus multitudinarias aspiraciones fue uno de los grandes problemas de Mad Cool, la otra nueva gran cita de Madrid, compuesta de tres jornadas (16, 17 y 18 de junio) que verán pasar por los exteriores de La Caja Mágica a Neil Young, The Who, Vetusta Morla, Two Door Cinema Club, Garbage, Jane's Addiction, Band of Horses, John Grant...

"Madrid era la única ciudad europea importante que carecía de este perfil de festivales", explica Javier Arnaiz, su director, quien destaca que "tanto el Ayuntamiento como la Comunidad han entendido que vendría muy bien un evento de estas características", que ejerce "como motor generador de actividad y hace que las ciudades crezcan".

De una opinión similar es José Gallardo, cofundador de Tomavistas, uno de los pocos festivales que se celebraban hasta ahora en la ciudad. "Lo que ha cambiado es, por un lado, la apertura del Ayuntamiento y los distritos a desarrollar la cultura y también que la música se está convirtiendo en un vehículo de desarrollo empresarial, tanto para promotores como para marcas", apunta.

No obstante, ninguno de los demás encuestados por Efe tiene tan claro que el relevo en los equipos de gobierno en las administraciones públicas haya jugado un papel crucial en la repentina floración de festivales.

"Es pura casualidad que todos hayan nacido el mismo año, porque esto ha sido fruto de la iniciativa de empresarios privados", sentencia Pascual Egea, presidente de la Asociación de Promotores Musicales y responsable de Parrock Festival, que convertirá en protagonistas de su cita (el 25 de junio en Rivas Vaciamadrid) a las más importantes bandas tributo de las leyendas del rock.

El mismo día se concentrará gran parte del programa del nuevo Madrid Music City, que arrancará el día 21 con una oferta que irá más allá de lo musical. Así, además de Imelda May o Soleá Morente, la nueva cita radicada en Matadero Madrid y otros espacios de la ciudad contará con talleres, actividades para niños, exposiciones y ponentes internacionales.

"Necesitamos un plan para desestacionalizar los festivales o al final ocurrirá que 5 propuestas compatibles en lo musical se conviertan en incompatibles por cuestiones de calendario", solicita Pepo Márquez, su director de comunicación, quien recuerda que "Madrid no es Oslo" y que su clima permite mirar más allá del verano.

Para Chen Castaño, responsable última de Noches del Botánico, hay espacio para todos. "Una capital como Madrid, la tercera ciudad más grande de la Unión Europea, tiene que tener múltiples ofertas artísticas y culturales, como hacen el resto de capitales; en este aspecto, Madrid tiene un largo camino por recorrer", considera.

Su ciclo musical, que se celebrará del 28 de junio al 29 de julio, aspira a reunir a público de diversas generaciones, combinando talentos veteranos como los de Patti Smith y Robert Plant con valores actuales muy sólidos como Wilco o M83, en el "entorno privilegiado" del Real Jardín Botánico Alfonso XIII, en la Universidad Complutense.

Solo el tiempo dirá qué sucede con todos ellos. Eso sí, subraya Gallardo, un superviviente en estas lides, "hay que tener paciencia y esperar que las cosas se pongan en su sitio, que la gente se acostumbre a que Madrid no es sólo una ciudad con un grandísimo circuito de música en salas, sino también de festivales importantes".