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María Luisa Merlo, acompañada en el escenario por la soprano Emilia Onrubia y el pianista José Madrid Giordano, rememora en "Villa Puccini" los momentos artísticos y vitales de una cantante de ópera que ha tenido que "jugar a ser diva" para "salvarse del exigente y competitivo" mundo de la ópera.

La obra, escrita por Miguel Ángel Orts y Alexander Herold, que se estrena el 30 de septiembre en el Teatro del Arte de Madrid, se desarrolla entre focos y bambalinas en la víspera de la última función de una gran diva de la ópera, encarnada por María Luisa Merlo, quien ha dicho en una entrevista con Efe que se considera una "anti-diva".

"Tengo un problema con el divismo -advierte la actriz- por lo menos en la época en la que yo empecé, ser divo era ser idiota, ahora se puede ser más diva porque los actores llegan a Hollywood".

Confiesa que se ha inspirado en María Callas, "que consiguió que las divas de la ópera fueran consideradas grandes actrices", aunque advierte de que nada tiene que ver "la Callas" con este personaje, ya que ella fue una mujer "muy desgraciada".

Merlo explica que la soprano de "Villa Puccini" es una napolitana "ordinaria" y "pelmaza", pero muy graciosa a quien da vida musical Emilia Onrubia, una reconocida cantante valenciana que interpreta la música de Puccini, al que se rinde homenaje en este espectáculo.

"Mi personaje hará sonreír mucho al público porque pone verde a todo el mundo, a los directores de orquesta y a los cantantes, porque el mundo de la ópera es terrible: el público es muy exigente y hay mucha competitividad".

La intérprete piensa que "jugando a ser diva", su personaje logra "salvarse" de todo eso.

Onrubia es el recuerdo de Merlo, que interviene cuando ella la invoca al rememorar los momentos artísticos de su carrera. Tosca, Musetta, Mimí, Turandot o Madama Butterfly cobran vida a través su voz.

"Lo que más me cautivó de la obra fue la relación con el recuerdo, la relación con Onrubia, que se ha convertido a lo largo de las representaciones en algo bellísimo", ha confesado Merlo.

La acción se desarrolla en Torre del Lago, Italia, la localidad donde se celebra el Festival de Puccini, sobre un escenario donde el personaje de Merlo, a punto de representar su última función, "se siente joven".

La actriz, que ha intervenido en decenas de montajes teatrales, en más de dos docenas de películas y en múltiples series televisivas, asegura que su última representación "será muy normal, como todo en mí", y que igual "lo decido mañana".