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Metallica y Slayer han vuelto a demostrar por qué su experiencia les convierte en los reyes del metal, reinando sobre bandas más jóvenes en la segunda y última jornada del Festival Sonisphere.

Con un cartel que muy similar en gran medida al que ayer sonó en la versión lisboeta de Rock in Rio, allí estuvieron ayer Metallica, Evanescence y Mastodon, esta reunión de la música metálica ha cerrado su cuarta edición.

Entre los platos fuertes se contaba Mastodon, la banda de metal progresivo que ha hecho una nueva parada por España para desgranar su quinto disco de estudio "The Hunter".

El grupo salió a despertar a un público que no necesitaba calentar, dadas las altas temperaturas de la explanada del Auditorio John Lennon. Una labor en la que los guitarristas Bill Kelliher y, sobre todo, se han empeñado acercándose a los asistentes durante toda la actuación.

Si a unas tempranas y puntuales 18:20 horas Troy Sanders y los suyos fueron recibidos con ganas con "Black Tongue" o "Dry Bone Valley" , según avanzaban los temas el número de brazos en alto también aumentaba, apoyando especialmente "Curl Of The Burl" y "Blood And Thunder" esta última por su trabajo "Leviathan".

Mientras que el protagonismo ha estado repartido entre los miembros de la banda estadounidense, Sharon dan Adel, cantante de "Within Temptation, ha sido la reina del escenario durante la actuación de los holandeses.

Enfundada en uno de sus habituales corsés y con collar de perlas, Den Adel ha reclamado la atención del público con guiños a Madrid y peticiones de palmas y coros a sus canciones, que han compensado sus puntuales ahogos.

Un espectáculo acompañado por los cortos "Mother maiden" y "Sinead" que explican la historia de su último disco "The Unforgiven" del que han sonado la potente "Iron" o singles como "Faster".

Tampoco ha faltado "Stand my ground", canción que les lanzó a la fama, llegando a ser emitida en radiofórmulas musicales cuyo público contrasta con los "heavies" (tatuajes por doquier y camisetas de grupos, siendo las de Metallica las reinas entre ellas) que la han coreado en Getafe.

Un publico muy internacional, entre el que destacaba la gran presencia inglesa, llegados hasta España tras la cancelación de su propia edición de Sonisphere.

Con el sol ya cayendo, el "thrash metal" de "Slayer" ha encendido tanto las luces como sus cuatro docenas de atronadores amplificadores con el inicio de "World painted blood" que ha llevado a la audiencia hacia una actitud mucho más dura y pasional.

Aún sin Jeff Hanneman, el guitarrista que no toca desde el año pasado con ellos por enfermedad, pero con Gary Holt del grupo Exodus en su puesto, Tom Araya y su banda han recorrido su carrera vibrando con cada "riff" y con cada grito desgarrado, a través de míticos temas como "Angel Of Death" o "South Of Heaven".

Slayer ha hecho evidente porque son uno de los cuatro grandes de su género, junto a Megadeth, Anthrax y, la banda a la que han precedido, Metallica.

Con media hora de retraso y acompañados de una escena de western han aparecido los cabezas de cartel de la edición, flanqueados por pantallas gigantes y una pirotecnia habitual en sus actuaciones que han guardado para el final.

Los de James Hetfield han recibido la mayor de las ovaciones a su salida y han saludado a Madrid con fogonazos de luz en "High the light", el primero de los cinco temas que han precedido a la interpretación de su "The Black Album".

Entre ese quinto han existido mucho contraste. Mientras que "Master of puppets" han supuesto siete impresionantes minutos tanto por la habilidad de los músicos como por la respuesta del público, "Hell and back" ha sido recibida con gran frialdad.

Un corto documental ha recordado aquel agosto de 1991 en que el disco "Metallica", nombre auténtico del hito a pesar del sobrenombre, cambiaba la historia.

Una a una, y en sentido inverso a como se pueden escuchar en el trabajo, los estadounidenses han rejuvenecido los doce cortes ante un público entregado que coreaba cada una de sus letras.

Sin embargo, desde la balada mil veces versionada "Nothing else matters" durante la cual se ha escuchado por momentos más al público que al vocalista, el ambiente ha sido aún más electrizante.

Aunque el fin de fiesta aún deparaba el calor desprendido por "Enter The Sandman", "Fight Fire With Fire", "One y "Seek & Destroy", junto a las llamaradas que han calentado la madrugada madrileña.

Muy difícil se lo han puesto a Evanescence, que no solo se ha tenido que enfrentar a salir tras la mítica banda, sino a que el concierto se retrasara más de media hora.

El cambio de horario ha relegando a Fear Factory al segundo escenario en el que durante toda la tarde se han intercalado con el principal los sonidos de Vita imiana, Children of Bodom, los satánicos Gosht, los enérgicos Enter Shikari, Gojira y Clutch.