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Mujeres y criados de Lope de Vega regresa al Teatro Español el próximo miércoles, día 29, cuatro siglos después de su estreno, en 1614, cuando se representó, según cuenta la tradición, en el entonces llamado Corral del Príncipe.

"La obra habla de eso, de mujeres y de criados. Una lucha contra los convencionalismos sociales, que utiliza el ingenio a través de la pulsión del amor, para enfrentarse al poder que establece y determina, de manera unilateral, las preceptivas imposiciones sociales", ha explicado hoy Rodrigo Arribas, director del montaje, junto con Laurence Boswell, en la rueda de prensa en el Teatro Español.

Una comedia de enredo concebida en plena madurez creativa de su autor e inserta dentro de las llamadas comedias urbanas de Lope, que cuenta la trama de dos hermanas, Luciana y Violante, para deshacerse de sus respectivos pretendientes y poder estar con sus verdaderos amores, Claridán y Teodoro.

Mujeres y criados ha permanecido perdida hasta 2013, cuando el investigador Alejandro García-Reidy encontró un manuscrito en la Biblioteca Nacional y pudo verificar, a través de una investigación propia de "una temporada entera de CSI", que pertenecía a Lope de Vega, según Arribas.

"Antes de leer el texto pensaba que, si no se había representado antes, era debido a que cabía la posibilidad de que la calidad se hubiese cercenado por el paso del tiempo. Pero, cuando la leí, me di cuenta de que era una auténtica joya", ha explicado.

Adaptada por el propio Arribas, Alejandro García Reidy y Jesús Fuente, para el "espectador del siglo XXI", Mujeres y criados mantiene todos los elementos que convirtieron a Lope (Madrid, 1562-1635) en un maestro de la dramaturgia: triángulos amorosos, engaños, celos, dilemas de honor.

Además, fundamentalmente, recoge los tres pilares del genial dramaturgo: "Amor, poder e ingenio", que actúan de "vasos comunicadores" y se mezclan con el juego de "relaciones" entre los personajes, quienes son los encargados de "accionar" los conflictos, ha explicado el director.

Una pieza "tan redonda" y "tan bien montada desde el principio al final" que solo se han tenido que hacer "pequeñas actualizaciones" para facilitar el entendimiento del espectador de hoy y algunos cortes para dotarla de una mayor agilidad, pero que mantiene el texto prácticamente integro.

Sin referencias previas para el montaje de la obra -su última función se representó en 1631 en Barcelona-, ahora han tenido que partir de cero para "construirlo", un "arma de doble filo", según Jesús Fuente, que permite la "originalidad", pero también la capacidad de reconocer la "maestría" de la obra de Lope.

La actriz Lucía Quintero, que da vida a Violante, una de las hermanas, cree que Mujeres y criados es una demostración más de que el autor madrileño era un adelantado a su tiempo: "La modernidad de Lope consiste en que todo pasa muy de prisa (en la representación), como en la vida, y hay que ser muy hábil a la hora de interpretarlo".

"Todo está en el texto", asegura Quintero. "Lope te da todas las claves; el texto es como un mapa para desentrañar todo lo que les pasa a los personajes".

Precisamente, en boca de Violante, Quintero en este montaje, puso Lope de Vega una frase que sirve de amenaza y demuestra la "atemporalidad" de su obra: "Mujeres y criados pueden revolver España" (última frase del segundo acto).