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La directora madrileña Juana Macías, con cuarenta años cumplidos, ha decidido hacer su segunda película sobre "el tema" de su generación: "La paternidad y maternidad tardía, que está a la orden del día y, sin embargo, no se contaba en el cine". "Querer tener un hijo y no poder puede ser muy dramático, pero pienso que a veces dramatizamos demasiado y hace falta un poco de distancia", explica la directora en una entrevista con Efe. Así que, tras dirigir varios cortometrajes, entre ellos "Siete cafés por semana", premiado con el Goya al Mejor Corto en el 2000 y el largometraje "Planes para mañana", por el que llegó a ser nominada al Goya como mejor directora novel 2010, Juana Macías se puso manos a la obra y optó por la comedia.

Aunque una comedia "peculiar", dice, porque "si miras bien la realidad, a veces somos un poco patéticos, a veces obsesivos, y esto era importante no perderlo en la historia".

Por eso, aunque los personajes pasan por momentos muy duros, hay mucho sentido del humor. "Es una comedia realista, no es una sucesión de gags", apunta a Efe el protagonista masculino, Paco León, convencido de que la película "funciona mejor porque empatizas y te crees más a los personajes, te puedes identificar con ellos porque son bastante normales".

León es Fran y Alexandra Jiménez, Alina, la típica pareja que se quiere, que lleva mucho tiempo unida y que, en un momento dado, se plantea tener un hijo.

"Los dos son como Peter Pan; el conflicto está muy bien repartido y no te posicionas con ninguno de los dos, y los entiendes a los dos, aunque el personaje de Paco es más sólido, tiene un trabajo que le llena mucho, se siente pleno y realizado, pero ella no", explica la actriz a Efe.

"Ella hace un poco aquí otro poco allá y no lo tiene muy claro porque nunca se decide a apostar por lo que a ella le gustaría hacer y no termina ninguna decisión porque está cómoda. Hasta que no le dicen que es ahora o nunca y se da cuenta de que es una decisión que tiene que tomar ella y solo ella, irreversible. Entonces es cuando Alina crece", resume la actriz maña.

El encargado de dar la noticia es un disparatado ginecólogo, Karra Elejalde, para quien cualquier situación se puede explicar con un símil deportivo.

León, al igual que se expresa su personaje en la película, piensa que hay que "desmitificar la maternidad" y decir que "no es la panacea de la felicidad, sino que es muy duro y complicado y puede llegar a obsesionar; yo creo que hay opciones, y la cinta defiende también no ser madre", afirma el actor, padre de una niña pequeña.

Para la directora, un dato relevante es que "con cuarenta años nos consideramos jóvenes, nos vestimos de jóvenes, hablamos como jóvenes y a veces la biología te dice que lo parece, pero 'tienes una edad'. Por eso la película habla también de cómo asumimos el paso del tiempo y cómo hoy saltamos de ser jóvenes a casi la tercera edad".

Por eso, reflexiona, "el hecho de tener un hijo es como pasar la frontera, y eso es lo que le crea el conflicto a los personajes y hace que se formulen preguntas que antes eran marcianas, como para qué vas a tener un hijo, pero que ahora nos hacemos".

Y se ríe también de la sobreprotección de los nuevos padres, como el momento en el que Alina intenta dar una galleta de chocolate a un niño y su madre saca del bolso un táper con "galletitas de fructosa".

"Si un día soy madre -se ríe Jiménez- me fijaré bien en todo lo que no me gusta", y nombra a la madre de Paco León, ejemplo de todo lo contrario, añade su hijo, para comentar "y mira qué bien le han salido los hijos".

La película llegará el viernes que viene a las salas españolas.