El escritor y académico Arturo Pérez-Reverte publica Hombres buenos (Alfaguara), una novela de aventuras y "peripecias", pero también una "reflexión moral o intelectual" acerca de los motivos de que España "arrastre una desgracia histórica desde hace tantísimos siglos".
"Siempre ha habido radicalizaciones en España, la actual es una más. Se confunde tener razón con gritar alto, un error que nos ha costado mucha sangre y dolor", ha señalado el autor durante una entrevista concedida a Europa Press con motivo de la publicación de esta nueva novela ambientada en el siglo XVIII, en el que teje paralelismos "indudables" con la situación actual.
El académico narra en este volumen el viaje que emprenden el bibliotecario don Hermógenes Molina y el almirante don Pedro Zárate a París con el ecometido de conseguir de manera clandestina los 28 tomos de la Encyclopédie de D'Alembert y Diderot, que estaba prohibida en España. Otra pareja, Manuel Higueruela y Justo Sánchez, hará lo imposible para evitar que este texto cruce los Pirineos.
El autor de Hombres buenos ha asegurado que aquí hay "una lectura de presente muy concreta". Tal y como ha relatado, los dos malos de la novela son un académico "ultrareaccionario fanático del trono y del altar" y un "ultraizquierdista demagogo, irresponsable, arrogante, pedante y utópico". Los dos "se alían", porque esos dos extremos "se necesitan el uno al otro, entonces y ahora". "Al leer la historia de España repetimos los mismos tristes esquemas", ha agregado.
Perez-Reverte, quien prefiere no hablar explícitamente de la política nacional actual, cree que los sucesos históricos que ha vivido el país ha provocado una "violencia intelectual" que provoca la sustitución del "adversario" por un "enemigo" al que no se quiere convencer, sino "aniquilar". En este sentido, explica que 'Hombres buenos' intenta demostrar que la única vía es "conversar y discutir" para crear "lazos".
De nuevo, y al igual que en sus anteriores novelas, el escritor propone al lector un juego mediante el cual se convierte en parte esencial de la historia. En este caso, se sumerge en un viaje a la España del XVIII y al París de la Ilustración, donde visitará librerías y cafés, y vivirá incidentes en las calles. Aquí, incluso lo contado por el narrador, quien detalla sus descubrimientos y proceso creativo, se mantiene en un lugar entre la realidad y la ficción.
CULTURA FRENTE A "FANATISMO" Y "ESTUPIDEZ"
En cuanto a los obstáculos que han existido y existen en España para el progreso, Perez-Reverte destaca "la incultura", puesto que, según sus palabras, "la cultura -entendida como educación y actitud moral ante una herencia de ocho mil años de historia- es el único mecanismo que despierta a la gente y a los pueblos y que les impide ser víctimas de los fanáticos y de los estúpidos".
"El peor daño de la humanidad son el fanatismo y la estupidez, y cuando están aliados ya son devastadores. Frente a eso, la cultura es el único antídoto, un pueblo culto no se deja manipular por los fanáticos ni por los estúpidos", ha dicho.
En este sentido, ha señalado que en España el problema es que "siempre ha habido un déficit cultural enorme", entre cuyas razones cita la inquisición o la presencia de la iglesia católica en España, lo que ha dejado al país "indefenso", y eso se sigue repitiendo "hoy en día".
Eso sí, advierte de que aunque el Gobierno -"este y todos", según precisa- "son muy culpables", cree que "ninguna ratonera funciona sin la complicidad del ratón, que es el que come el queso". "El público ve 'Sálvame', y la culpa la tiene el espectador", ha resaltado el escritor y académico, quien considera que el principal responsable de la incultura es el ciudadano.
A su juicio, la "gran diferencia con el siglo XVIII" es que entonces la incultura era una "consecuencia inevitable", puesto que "no había medios" para evitarlo, mientras que quien hoy es "una bestia inculta manipulada por los fanáticos y canallas lo es porque se deja".