"Testigo", el primer largometraje del francés Thomas Kruithof, que se estrena hoy en las salas de cine protagonizada por François Cluzet, es la historia de un individuo que se enfrenta a una organización secreta que le lleva a descubrir los hilos oscuros de la política y el poder.
"Mi idea era partir del punto de vista de una persona en el cargo más bajo de una organización de espionaje, la cual tiene un trabajo misterioso del que no sabe nada, y que el espectador descubra junto a él esta sombría maquinaria", ha explicado a EFE Kruithof sobre su primer largometraje.
El protagonista, Duval, que interpreta Cluzet, es un hombre solitario y desempleado contratado por un misterioso hombre para transcribir escuchas telefónicas, pero que termina implicado directamente en una conspiración de la que debe defenderse.
"Es un hombre al que le gustan las reglas, que se siente reconfortado por la rutina y los límites, hasta que estos lo obligan a cuestionar las órdenes que recibe para poder enfrentar la situación en la que está", ha asegurado el realizador, que tardó casi 8 años en la escritura del guión.
Kruithof, que cita entre sus inspiraciones para el filme "La conversación", de Francis Ford Coppola, y los libros de John Le Carré, dice sentirse fascinado por el tema del individuo contra el sistema y dice que, aunque este sea más fuerte, "solo hace falta una persona para afectarlo".
Menciona por ejemplo, el caso de las filtraciones de Edward Snowden sobre la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos: "Solo fue necesario un hombre para revelar lo que había al interior de la organización, aunque la organización se haya mantenido fuerte después de eso", subraya.
Interesado por el tema de las conspiraciones, reconoce que la realidad política actual tampoco se encuentra tan lejos de lo que sucede en su película, pues "hay una serie de acusaciones generalizadas en todo el mundo y cada uno ve complots por todas partes".
El director, que llegó al cine como aficionado y sin pasar por una academia, asegura que, aunque sus próximos proyectos no estén relacionados con el tema del espionaje y la conspiración, el suspense es el "motor" de sus escritura y lo que desea siempre "es proponer un misterio al espectador".