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La séptima edición del festival NOS Primavera Sound de Oporto, en el norte de Portugal, arranca este jueves con la actuación de la neozelandesa Lorde, una de las principales estrellas del cartel de este año.

Lorde interpretará los temas de "Melodrama", su segundo disco de estudio lanzado en 2017 y con el que fue nominada a álbum del año en los premios Grammy por temas como "Homemade Dynamite", "Green Light" o "Perfect Places".

La cantante neozelandesa encabeza el festival junto al rapero estadounidense A$AP Rocky, que actuará el viernes, y el grupo de rock Nick Cave and The Bad Seeds, los encargados del cierre el sábado.

Como previa, el DJ y productor británico Fatboy Slim realizará un concierto gratuito esta noche en la céntrica Avenida de los Aliados de Oporto 24 horas antes de que se abran oficialmente las puertas del certamen en la sede del Parque de la Ciudad.

El NOS Primavera Sound 2018 presenta una parrilla con más de sesenta actuaciones, que van desde el rock instrumental de The War on Drugs hasta la música electrónica del DJ Jamie xx, pasando por el vanguardismo de Father John Misty, Mogwai y Arca o los arriesgados sonidos de Nils Frahm.

El panorama musical español estará representado por Bad Gyal, una de las sensaciones del trap nacional y que en febrero presentó su nuevo trabajo "Worlwide Angel"; y por los grupos Oso Leone y Belako.

Para este año se ha aumentado la presencia femenina, ya que además de Lorde y Bad Gyal pasarán por los escenarios veteranas como Fever Ray o The Breeders y nuevas caras como Kelela, Ibeyi, Mavi Phoenix, Waxahatchee, Kelsey Lu, Superorganism, Jay Som, Vagabon, Alex Lahey o Mattiel.

La séptima edición del festival portugués tratará de superar el récord de asistencia conseguido el año pasado, cuando rondó los 90.000 espectadores.

RÉCORD DE PÚBLICO EN EL PRIMAVERA SOUND BARCELONA

Primavera Sound Barcelona ha logrado un año más batir su propio récord de público, con una cifra global de 220.000 asistentes.

El año pasado los asistentes fueron 208.400, con 55.000 personas por día durante las jornadas centrales, mientras que en la presente edición el recinto del Fòrum ha aumentado el aforo y ha logrado una media de 60.000 asistentes, a los que hay que sumar el público de los conciertos del Primavera en la ciudad.

El público extranjero, que el año pasado ya fue más de la mitad, este año ya ha alcanzado el 60 % del total, procedente de 126 países.

Primavera Sound parece no tener techo y lleva varios años creciendo en publico, presupuestos y metros cuadrados destinados a conciertos.

JUEVES: EL NICK CAVE MÁS ROCKERO Y EL DESPERTAR PSICOTRÓPICO DE BJÖRK

El jueves fue el turno del post-punk oscuro de Nick Cave, con el plus de melancolía que tiene su música desde la muerte de su hijo, y la experiencia psicotrópica que ha propuesto Björk han reinado en la segunda jornada del festival Primavera Sound, que ha reunido hoy un centenar de bandas.

Nick Cave y su grupo The Bad Seeds fueron las estrellas absolutas de esa jornada en el Primavera Sound, con un halo de tristeza que no les ha restado un ápice de energía sobre el escenario.

"Skeleton Tree", el primer disco escrito tras la pérdida de su hijo en 2015, ha estado presente durante toda la actuación de Nick Cave, en la que ha interpretado numerosas canciones del trabajo, como "Jesus Alone", "Girl in Amber" y "Distant Sky". Ninguna de ellas ha arrancado una sonrisa al público.

Los ánimos se levantaban con "Jubilee Street" y la omnipresente "Red Right Hand", que se ha ganado el derecho a ser catalogada de himno del movimiento post-punk desde su lanzamiento en 1994.

En "Push The Sky Away", Nick Cave ha elevado el espectáculo cuando ha invitado a subir al escenario a unas trescientas personas que, evidentemente, aquí sí que han sonreído.

Otra veterana, Björk, que hoy ha protagonizado el final feliz de una historia de amor imposible que une a la islandesa con el Primavera Sound desde 2012, cuando la inadjetivable artista se cayó del cartel a última hora por una infección de cuerdas vocales. "Ella. Bienvenida, al fin", dice el festival en su folleto.

Björk saltaba al escenario ataviada cual orquídea: con un vestido de tela plástica salmón y con un casco blanco repleto de purpurina. Una bella flor subida en un altar envuelto de una pretendida selva en la que no han faltado plantas gigantes ni seres fantásticos, que además de endulzar la puesta en escena han tocado la flauta o cantado los coros cuando ha sido preciso.

La puesta en escena, combinada con la mezcla de electrónica-pop y sonidos propios de la naturaleza, es lo que dan carácter a "Utopia", el último disco de la polifacética artista, que ha regalado a los asistentes una experiencia psicotrópica mucho más sana que las que se suelen dar en este tipo de eventos.

Tampoco han faltado algunos de los temas que han convertido a la islandesa en leyenda viva de la música tras más de cuatro décadas encima de los escenarios. "Human behaviour", "Wanderlust" y "Notget", con la que ha acabado el concierto, son algunas de ellos. Björk ofrecía un espectáculo inmersivo, una suerte de 'performance' para los cinco sentidos.

Las guitarras suaves y los órganos de The War on Drugs han acercado momentáneamente el verano a los dos escenarios enfrentados. El repertorio ha culminado de forma precipitada con la versión acústica de "Eyes to the wind", de su anterior disco Lost in the dream.

Amaia, la ganadora de la última edición de OT, se ha reivindicado como algo más que un producto televisivo con un repertorio en el que sólo ha hecho una concesión a sus fieles, que son más de los que cabría esperar de un festival tan autoproclamado sibarita: "Miedo", de M-Clan.

VIERNES: THE NATIONAL REINA EN EL PRIMAVERA

Dos apuestas radicalmente diferentes estaban llamadas a pelearse por ver quién congregaba más público y aplausos: el post-punk revival de The National y el trap de Migos. No ha habido combate porque los segundos no han tocado. Los Planetas han sido sus sustitutos.

Al final ha sido The National quien ha reinado, con una apuesta que combina la melancolía de sus letras más clásicas con los ritmos más valientes de su último trabajo, "Sleep Well Beast", en el que han coqueteado con la electrónica sin renunciar al indie rock.

la influencia de Ian Curtis sigue vigente y deja estela en bandas de todo pelaje. Pocos artistas aportaron tanto a la música con carreras tan cortas como el "frontman" de Joy Division.

The National ha abierto el concierto con "Nobody Else Will Be There", una pista de su último disco. Han continuado con "The System Only Dreams in Total Darkness", que supuso un pequeño hito en la historia de la banda al abrirse a sonidos más optimistas, electrónicos e incluso bailables.

Con "Bloodbuzz Ohio" y "Graceless" se han adentrado en la melancolía de dos de sus discos más tristes, "Trouble Will Find Me" y "High Violet". El grupo pocas veces ha abandonado esta senda umbría, para algunos un tanto monótona, a excepción de los cortes de su último trabajo. La voz de Matt Berninger no invita tampoco al optimismo.

Han cerrado con un clásico: "About Today", un corte de "Cherry Tree", EP editado en 2004 y del que sólo ha perdurado este tema. Pero que ha encantado al público, entregado a la voz rota de Berninger.

The National ha brindado un espectáculo sobrio pero poco atrevido. Los fans han recibido lo que querían y esperaban, una actuación en la que sólo los temas de su disco más reciente han aportado un poco de luz y sonidos diferentes a lo mostrado anteriormente.

Antes, de todo esto el escenario del lado opuesto, en la gran explanada del Primavera se ha llenado del folk irónico e irreverente de Father John Misty, un ambiente propicio para el desembarco del cabeza de cartel. La actuación de ese dandi ha coincidido con la publicación de su último disco, "God's Favourite Costumer", puesto a la venta hoy mismo y del que ha tocado tres avances: "Mr.Tillman", "Dissapointing Diamonds Are The Rarest of Them All" y "Hangout at the Gallows".

Tras Father John Misty se esconde Joshua Tillman, exbatería y corista de Fleet Floxes y "alma mater" del grupo, que ha desplegado chorros de carisma y, con el apoyo de una banda de cuerda, ha encandilado al público con los temas de su etapa como artista en solitario.

SÁBADO: ARCTIC MONKEYS, A$AP ROCKY Y JANE BIRKIN COMPARTIERON PROTAGONISMO CON LYKKE LI Y GRIZZLY BEAR

El Festival Primavera Sound despedía su edición de 2018 el pasado sábado con Lorde, Arctic Monkeys, A$AP Rocky y Jane Birkin, precedidods de Lykke Li, Slowdive y Grizzly Bear.

La madrileña de ascendencia danesa Christina Rosenvinge presentaba su nuevo disco 'Un hombre rubio', mientras que al otro extremo del festival Peter Perrett regresaba tras dos décadas de inactividad artística y deriva vital, con su disco 'How The West Was Won'.

Arropada por la Orquestra Simfònica del Vallès, llegaba el turno de la francesa Jane Birkin con el repaso a su vida y al amor con Serge Gainsbourg en 'Birkin/Gainsbourg: Le Symphonique', un día después de la actuación de su hija Charlotte Gainsbourg en el festival.

Tomaba el relevo el pop exótico de la sueca Lykke Li, colaboradora de U2 y Kanye West, cantando su 'I Never Learn', mientras que al mismo tiempo la retornada banda británica de shoegaze Slowdive reconstruía la música de su pasado y presente con su disco homónimo.

NOCHE DE EXITOS

La reina absoluta del Primavera Sound en esta edición de 2018 fue la neozelandesa Lorde. Ante un público entregado no dejó ningún hit en el tintero de su disco 'Melodrama' envuelto en melodías pop exhibidas con honestidad y certeza. Un repertorio en el que brillaron con luz propia "Greenlight" y "Royals".

Los neoyorquinos Grizzly Bear presentaron su álbum de indie rock 'Painted Ruins'.

Los Arctic Monkeys nos trajeron el indie rock de su nuevo y polémico disco 'Tranquility Base Hotel & Casino'.

Y como en el Primavera Sound cabe de todo, el fin de fiesta se completaba con Deerhunter y el rap del norteamericano A$AP Rocky.