El conquistador español Bernardo de Gálvez llega a la Casa de América en Madrid gracias a una exposición que destaca su valor universal: "como militar, como gobernante y como ser humano", en palabras del comisario de la exposición, el teniente coronel José Manuel Guerrero.
La muestra, que lleva por lema 'Bernardo de Gálvez y la presencia de España en México y Estados Unidos', está organizada por el Instituto de Historia y Cultura Militar del Ejército de Tierra y la Casa de América, y está patrocinada por Iberdrola. Es de carácter gratuito y permanecerá abierta hasta el 12 de marzo de 2016, de 11.00 a 19.30 horas, de lunes a viernes; y de 11.00 a 15.00 horas, los sábados.
Inaugurada esta tarde por el Rey Felipe VI, el comisario de la exposición ha sido el responsable de guiar al monarca por la exposición, que recoge no solamente la figura de Gálvez sino también la proyección española en el siglo XVIII como una de las grandes potencias mundiales de ese periodo.
Guerrero ha señalado, en declaraciones a Europa Press, la relevancia de Bernardo de Gálvez para la historia universal y ha recordado que el presidente de EE.UU., Barak Obama le concedió el año pasado la "ciudadanía honorífica" estadounidense, un reconocimiento que "solamente tienen otras ocho personas", según ha señalado.
"Es más conocido en Estados Unidos que en España -ha lamentado el militar, que desempeña sus funciones en el Instituto de Historia y Cultura Militar-. Creíamos que había que hacer un esfuerzo por dar a conocer su figura, la ayuda que dio a EE.UU. y aprovechar para volver a recordar la presencia que tuvo España en el norte del continente, porque es más conocida la historia de España en el sur que en el norte de América. Tuvimos toda la Luisiana, que es la frontera hasta Canadá de Nueva España".
Por otra parte, ha recordado las empresas acometidas por el militar español como episodios "puramente españoles" en los que se implicó todo el país: " Los españoles hemos estado unidos siempre cuando ha habido empresas importantes --ha asegurado--. Gálvez era malagueño, Francisco Saavedra (el funcionario que mandó Carlos III para ayudarle) era sevillano, Gardoqui era bilbaíno, tuvimos soldados voluntarios de Cataluña y Navarra".
Sin embargo, además de la relevancia para la historia del país, ha subrayado el carácter de Gálvez como un hombre "imbuido del espíritu de la Ilustración", responsable de empresas no solo militares sino también políticas, científicas y culturales.
"Bernardo de Gálvez tiene una serie de valores tanto desde el punto de vista militar, como el valor personal al frente de sus tropas o la preocupación por sus soldados, pero también valores más universales, como cuando fue gobernante de Nueva Orleans y se ganó la confianza de la población francesa hostil a la presencia española -ha destacado-. Supo administrar muy bien, consiguió que le acompañaran voluntarios en sus campañas y fue un ejemplo de respeto por sus enemigos".
La muestra recoge algunas de las campañas militares más destacadas en la hoja de servicios del militar español como la batalla de Pensacola, con las cuales contribuyó de forma decisiva a la independencia de EE.UU., lo que le valió el reconocimiento del primer presidente del país norteamericano, George Washington. De hecho, desde el año pasado Gálvez tiene un retrato en el Congreso de los EE.UU. y figura también en forma de escultura en el pabellón de los libertadores.
VISION GENERAL DE LA ESPAÑA DEL SIGLO XVIII
Sin embargo, la exposición va más allá y aprovecha para dar una visión general de la España de la época y de sus costumbres, su forma de vestir, su música y la impronta dejada en América (desde el idioma y las instituciones educativas hasta la moneda que hoy conocemos como dólar).
Así, el recorrido de la muestra está dividido en cuatro espacios dedicados, en primer lugar, a la España de Bernardo de Gálvez; una segunda sala está dedicada a la huella de España en México; otra, a las principales campañas en las que participó Gálvez, y, por último, una dedicada exclusivamente a la actuación militar en el golfo de México entre 1780 y 1781.
La exposición cuenta con piezas originales de la época (como escudos de infantería española y de tropas amerindias) y reproducciones de documentos, vestidos y cuadros, algunos de ellos realizados para esta exposición. Asimismo, cuenta con un cortometraje titulado 'Los soldados de Gálvez' y con una réplica a escala real de una trinchera de la época, que hay que atravesar para llegar hasta la última de las salas.
"Bernardo de Gálvez fue un español universal, un militar ilustrado y hoy ciudadano de honor de los Estados Unidos. Se merece que el público español conozca algo más de su figura", ha subrayado Guerrero.