La cantante española Rosario Flores y la argentina Amanda Miguel brillaron en la recepción del premio a la Excelencia Musical que concede anualmente la Academia Latina de la Grabación, organizadora de los Latin Grammy, y que se celebró este miércoles en Las Vegas (Estados Unidos).
Junto a Flores y Miguel, también fueron reconocidos el cantautor italo-venezolano Yordano y la icono brasileña del rock Rita Lee, así como el español Manolo Díaz, el cubano Paquito D’Rivera y el méxico-americano Abraham Laboriel con el Premio del Consejo Directivo.
Tanto el galardón a la Excelencia Musical como el Premio del Consejo Directivo condecoran cada año a figuras de la música latina con una larga trayectoria vinculada desde diferentes ámbitos, como la interpretación, la composición o la producción.
Allegados de los protagonistas, además de otros artistas, reaccionaron con un cariño especial y un contundente aplauso a los discursos de Flores y Miguel tras sostener el gramófono honorífico.
"Vivo y respiro por el duende, bendito sea. Este es el resultado de la dedicación musical de toda una vida", aseguró la representante de la rumba catalana cuando se cumplen tres décadas de su irrupción en la élite.Asimismo, la española aprovechó para dejar claro que "esto no queda aquí" y que sus seguidores tendrán "música para rato" porque este premio supone para ella "una marcha, marcha", en alusión a su popular canción "Queremos marcha".
Minutos antes, los asistentes también habían acogido con una gran ovación las palabras de la cantante argentina de pop latino Amanda Miguel.
La artista que se convirtió en un fenómeno internacional en la década de los ochenta con el tema "Él Me Mintió" quiso recordar a su difunto marido y compañero de escenarios, el argentino Diego Verdaguer, fallecido de coronavirus a principios de este año.
"La música sirve para expresar lo inexpresable (...) Debo recordar a mi marido porque era mi mayor fan y es una responsabilidad para mí seguir cantando nuestras canciones", aseguró la compositora cuyo premio fue presentado por su propia hija, la cantante pop Ana Victoria.
La gala celebrada en vísperas de la 23ª edición de los Latin Grammy también sirvió para rendir tributo a figuras tan reputadas como el bajista méxico-americano Abraham Laboriel y al versátil saxofonista cubano Paquito D'Rivera.
Laboriel, quien ha colaborado con artistas como Quincy Jones o Ray Charles -entre muchos otros-, pronunció un breve discurso en tono divertido en el que instó a cualquier aficionado a "dejar el miedo a un lado" y adentrarse en el mundo de la música.
"Y si no sabe cómo, llámenos, quizás alguno de los aquí presentes podamos ayudarle" añadió irónicamente.D'Rivera también optó por celebrar su premio honorífico tirando de giros cómicos y su arranque fue el momento más divertido de la ceremonia.
"Uy, uy, uy, ¡cuánta gente veo aquí que me debe dinero!", sostuvo con sorna para acabar concluyendo que es "una suerte" recibir un premio por "la única actividad con disfrute: la música".
Pero también hubo momentos más emotivos en esta gala privada en la que los asistentes fueron testigos de cómo la cantautora chilena Myriam Hernández hablaba con la voz entrecortada y casi rompía en lágrimas."Ojalá muchas otras artistas latinas puedan llegar a recibir este gran premio. Gracias, Dios, por darme este don", expresó Hernández.