La Oficina de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid ha inaugurado hoy la temporada expositiva de la Sala Alcalá 31 con la muestra "Manchas en el silencio" de Cristina Lucas, una de las artistas actuales españolas con mayor proyección internacional.
El director de la Oficina de Cultura y Turismo, Jaime de los Santos, ha presentado hoy esta exposición, comisariada por el crítico de arte Gerardo Mosquera y que se suma a la conmemoración del ochenta aniversario del bombardeo de Guernica.
La historia, el tiempo y la memoria son los ejes de la muestra formada por instalaciones y vídeo proyecciones que ahondan en conceptos como el uso del arte como medio de investigación histórica, la poesía conceptual o la fascinación por el tiempo.
La pieza principal es "El rayo que no cesa", una vídeo-investigación-instalación en proceso de creación que construye un relato histórico de los ataques aéreos que han provocado víctimas civiles desde 1912 hasta la actualidad, según una nota de la Comunidad de Madrid. Se compone de tres grandes proyecciones: una revela datos concretos, otra recoge la cartografía de las barbaries y la tercera presenta fotos documentales.
"El rayo que no cesa" se va construyendo desde la investigación, un proceso en el que han participado los asistentes al taller de Madrid 45 (Programa de artes visuales de la Comunidad de Madrid) que Cristina Lucas impartió el pasado abril, así como un grupo de estudiantes de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid. A esta investigación, también pueden contribuir los visitantes de la exposición.
Además, esta pieza se entrelaza con otras en las que la historia y el tiempo están siempre presentes. La obra "Tufting", derivada de la anterior y realizada ex profeso para la muestra, se compone de lienzos bordados que representan mapas que evidencian los puntos de violencia contra objetivos civiles.
También se pueden contemplar "Piper Prometeo", un vídeo donde un avión hace volar la fórmula física que hizo posible la aviación, así como "Clockwise", una gran instalación con 360 relojes que acerca a los espectadores a una experiencia física del tiempo a partir del tic-tac de cada uno de ellos.
La muestra da testimonio de la memoria y la violencia en la historia pero, como señala Gerardo Mosquera, lo hace por una doble vía tanto intelectual como sensible, constituyendo una personal conmemoración de los ochenta años de la tragedia de Guernica.
La exposición se acompaña de la publicación Wavelength / Longitud de onda, coproducida por la Comunidad de Madrid, el OK Center for Contemporary Art y el Mudam de Luxemburgo, que recoge el trabajo de Cristina Lucas durante la última década.
De manera paralela, la exposición cuenta con un amplio programa educativo y cultural con diferentes actividades como talleres para todos los públicos, visitas guiadas o los Encuentros en Alcalá 31, en los que el comisario, la propia artista y expertos en la materia ofrecerán su punto de vista sobre la muestra.
Cristina Lucas (Jaén, 1973), que ha recibido el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid en 2017, es una artista multidisciplinar que trabaja la performance, el vídeo, la fotografía y la instalación. Ha expuesto en museos como el CA2M Centro de Arte Dos de Mayo, el Mudam de Luxemburgo o el OK Center for Contemporary Art de Linz y su obra está presente en colecciones como la del Centro Pompidou de París o el Kiasma de Helsinki.