Sara Baras llega a Madrid con Voces convertida en "confidente" de esos maestros del flamenco a los que lleva homenajeando durante los dos años de gira con este espectáculo, pero también consciente de que a partir de ahora se abre un "nuevo ciclo" en el que volcará su baile a la solidaridad.
Convencida de que si una gira no pasa por la capital española "no termina", la gaditana estará en el teatro Nuevo Apolo de Madrid desde el 23 de febrero hasta el 30 de abril con este montaje en el que Paco de Lucía, Camarón, Enrique Morente o Carmen Amaya están presentes a través de su baile.
Y lo hace, como ha contado a Efe en una entrevista, "tranquila" y "nerviosa" a la vez, pero sobre todo "pletórica y feliz" por tratarse de una creación que ha hecho que esta compañía con 20 años de trayectoria esté con la misma "ilusión" que el primer día.
"Voces" aterriza también en la capital española con una Baras "confidente de esos que no están pero que sí están", de esos artistas a los que admira y respeta tanto que asume la responsabilidad de que con su creación tiene que "transmitir" a las futuras generaciones lo que ellos han aportado a la cultura española.
La bailaora y coreógrafa reconoce también que este espectáculo ha "cambiado" respecto al momento en el que nació en su cabeza porque "hasta no estando los maestros" ella sigue recibiendo sus enseñanzas.
"Cuando estas voces empezaron lo hicieron por una necesidad de agradecerles todo lo que nos han dado y nos dan, pero por dentro tenías la tristeza de ya no estaban. Sin embargo estas voces nos han enseñado a poder recordarlos y a poder disfrutar de todo lo que nos han dejado de una manera positiva", cuenta esta artista.
Tanto es así que ahora, cuando el telón sube y suena "Canción de amor" de Paco de Lucía a Baras le da "un subidón", y ya no se pone a llorar, como hacía cuando la muerte del guitarrista estaba más cercana en el tiempo. "El tiempo te ayuda, y por eso digo que nuestros maestros en dos años nos han dado la vuelta, nos han arropado y nos han dicho que esto es la vida. Y hay que tomárselo así", apunta.
Con la "felicidad plena" llenando su vida, la artista ha confesado también que estas "voces" flamencas en vez de cerrar un ciclo, están abriendo otro en el que el cambio vital que tuvo con el nacimiento de su hijo en 2011 es un factor fundamental.
"Considero que bailo más feliz ahora que antes, valoro más todo lo que me pasa porque ser madre ha marcado un antes y un después, hasta te sitúa. Cuando ves el contraste de tu hijo sano, con uno que no lo está, de repente la escala de valores te cambia y te abre a la verdad, he vivido todo esto para poder llegar aquí", afirma.
Y "por ahí", según sus palabras, "irá una nueva Sara Baras" que volcará su baile en la "solidaridad", aunque aún no tiene definido de qué manera podrá ayudar "más" a asociaciones como "Mi Princesa Rett" o la Fundación Down de Madrid, de las que es madrina desde hace años.
"Siempre pienso que podía haber hecho más. Tenemos que dar en la clave de algo más gran que sirva, que le sirva a esos papás, que sea de alivio, un abrazo", relata con una gran sonrisa que demuestra que la bailaora planea algo en el que, según expresa, "dejará su alma en el escenario" para ayudar a los que lo necesitan.