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Sin chistera, ni bastón ni palomas. Jorge Blass es un mago contemporáneo. Ahora llega por Semana Santa al teatro Compac Gran Vía con su nuevo espectáculo, El Arte de la Magia.

Siete únicas funciones para disfrutar de sus novedosas propuestas y también de su particular repaso por la historia de la magia.

Nieve, cartas y un naranjo del que crecen billetes de 20 euros, son los ingredientes del último espectáculo de Jorge Blass, 'El arte de la magia', con el que recupera sus mejores trucos y recuerda a Robert Houdin, "probablemente el mago más importante de la historia".

"He reunido mis juegos favoritos en este espectáculo, que muestra la magia desde un punto de vista más íntimo", ha dicho el mago madrileño.

APRENDIZ DE TAMARIZ

El aprendiz del gran Tamariz realizará sus mejores trucos de prestidigitación en el Teatro Compac Gran Vía del 26 al 31 de marzo de 2013.

Una mirada intimista que se completa con un escenario austero, que con tan solo una pantalla y una serie de cajas de cartón convierte lo común en extraordinario: "Dentro de cada caja hay una magia, hay una historia que vamos descubriendo conforme avanza el espectáculo".

En su adolescencia, "resumida en tres minutos" sobre las tablas del teatro, aprendió a hacer malabares con las cartas, una de las habilidades que demuestra en "El arte de la magia".

Esta mirada al pasado le lleva al siglo XIX, a recuperar los juegos de Jean Eugène Robert-Houdin, que aparecen en la popular película de "El ilusionista".

Un naranjo que se alimenta de un pequeño fuego crece frente a los ojos de todos los espectadores. Tiene flores, frutos e incluso dos mariposas que vuelan con el pañuelo de un voluntario del público.

La pantalla, al fondo del escenario, se encarga de transportar al espectador al París de la época y a emocionarse con los autómatas como se hacía antaño porque entonces "eran un avance increíble".

"Houdini es seguramente el mago que más conocemos, pero lo que no sabemos es que se puso su nombre por Houdin. Leyó 'Las confidencias de un prestidigitador' de niño y cuando se decidió a ser mago cogió el nombre de su ídolo y le añadió una 'i'", ha aclarado Blass.

La ciencia y la magia se entremezclan en los trucos de este mago, que en los últimos 15 años ha visto como ha cambiado la industria de la magia: "Yo empecé en el año 92. En esa época estaba Tamariz en su máximo apogeo y desde entonces la magia ha evolucionado a un ritmo increíble".

Enamorado de la magia como la primera vez que entró en la madrileña tienda de Magia Estudio, Jorge Blass elogia una profesión que le enseña día a día que "la imaginación no tiene límites".