Series y películas tendrán las mismas subvenciones que el cine según el nuevo anteproyecto de ley
Parte de las ayudas vendrán de los Fondos europeos
REDACCIÓN/AGENCIAS
El Gobierno ha aprobado este martes el anteproyecto de ley del cine y la cultura audiovisual, con el objetivo de renovar la norma actualmente en vigor, de 2007, y adaptarla a los cambios profundos del sector por la incorporación de nuevos servicios de distribución, explotación y difusión en una sociedad digital.
Una de las principales novedades es la inclusión en esta regulación de las obras audiovisuales, tanto series como películas, destinadas a las plataformas o cualquier otro medio de difusión.
Parte de los Fondos europeos, para los medios audiovisuales
Además, el titular de Cultura y Deportes, Miquel Iceta, ha precisado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que de las ayudas al audiovisual que convocarán este año (101,7 millones de euros), 22,9 millones de euros procederán del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado con fondos europeos.
El dinero de las ayudas que contempla la ley (que no están cuantificadas) dependerán cada año de los Presupuestos Generales del Estado y su objetivo, ha precisado el ministro, es conseguir que se aumente la cuantía.
Estos son los principales puntos del anteproyecto, que ahora inicia el periodo de consultas con el sector antes de su tramitación parlamentaria para que la ley entre en vigor en el tercer trimestre de 2023, según las estimaciones del Gobierno:
Las ayudas a la producción serán tanto para películas cinematográficas destinadas a estrenarse en sala como cualquier obra audiovisual que se lance en plataformas televisivas o cualquier otra vía diferentes de exhibición. Es decir que el dinero que destine el ministerio se repartirá entre cine y televisión.
Se establecerá un fondo de ayudas o créditos específicos para fomentar y proteger "el uso de las lenguas oficiales distintas al castellano en la cinematografía y el audiovisual, promoviendo la pluralidad cultural de España y la igualdad de oportunidades de las lenguas propias de cada territorio".
Habrá ayudas para impulsar "tanto las obras dirigidas por mujeres como la animación, por su contenido tecnológico y digital". Y se reforzarán las ayudas a festivales en lo que se refiere a medidas de digitalización y sostenibilidad.
Se podrá conceder ayudas para la creación de materiales de preservación en cualquier formato original, de obras susceptibles de integrar el patrimonio cinematográfico, porque uno de los grandes objetivos de esta ley es la puesta en valor del patrimonio audiovisual.
Se podrá establecer ayudas a las salas de exhibición cinematográficas, en colaboración con las Comunidades Autónomas.
Se abre la puerta a crear subvenciones para la producción, distribución y exhibición de obras independientes, de presupuestos más bajos o las consideradas de autor, que tendrán que tener un especial valor cinematográfico, cultural o social, o ser proyectos documentales o experimentales.
Plataformas como Netflix o HBO Max estarán obligadas a comunicar al Gobierno sus cifras de visionados, hasta ahora ocultas. Lo que les equipara a los exhibidores cinematográficos, que ya tenían que informar del número de espectadores en las salas.
Los cines tendrán que tener al menos el 20% de su programación de películas de la Unión Europea o iberoamericanas. En la ley actual es un 25 % y solo de cintas comunitarias. Además, del cómputo total anual se exceptuarán las sesiones en las que se exhiban filmes de terceros países en versión original subtitulada.
Se creará el Consejo Estatal de la Cinematografía y la Cultura Audiovisual para favorecer una mayor colaboración público-privada en este ámbito, que tendrá que elaborar y publicar un Plan estratégico para la cinematografía y la cultura audiovisual cada cuatro años, así como informes anuales sobre las medidas impulsadas y sus resultados
Respecto a la nacionalidad española de las obras cinematográficas y audiovisuales, se flexibilizan los requisitos para su obtención.
Se sustituye la obligación que tienen las personas beneficiarias de ayudas de entregar copias de las obras a la Filmoteca Española u órgano autonómico correspondiente, por la de entregar los materiales específicos de conservación y difusión de las obras.
La Filmoteca Española tendrá la consideración de Bien de Interés Cultural.