Tarzán, Superman, Rompetechos, el Pato Donald o Mortadelo y Filemón son algunos de los personajes de ficción que aparecen en la exposición "Del ruedo al cómic", inaugurada hoy en la Sala Bienvenida de la plaza de Las Ventas, de Madrid, y que permanecerá hasta el próximo 27 de mayo. El historiador y escritor Fernando González Viñas, como comisario de la exposición, ha reunido un centenar de piezas, entre originales y bocetos, de una larga lista de autores de "relato gráfico" de distintas nacionalidades y que han situado sus obras y sus personajes dentro del mundo de los toros a lo largo de un siglo.
La muestra abarca desde los primeros números del TBO aparecidos en España hasta modernos mangas, como la serie "Golondrina", en la que la japonesa Maki Satoo, miembro del Club Taurino de Tokio presente en el acto, sitúa como protagonista a una joven lesbiana a la que, figuradamente, Antonio Corbacho, el ya fallecido apoderado de José Tomás, salva de un suicidio pasional y convierte en torera.
Ya sea en tebeos, cómics o novelas gráficas -todo lo que el comisario define como "arte secuencial"-, la tauromaquia está tanto en las cabeceras españolas como en las dedicadas a los superhéroes norteamericanos: Batman, Superman, Wonderwoman, Spierman, Daredevil o Wolverine, todos enfrentados en algún momento con el toro como paradigma del peligro, al igual que lo hizo el mismísimo Tarzán.
Pero, aparte de los personajes de la Marvel, también hay sitio en la muestra para los cómics de terror estadounidenses de la editorial DC, en los que toros y toreros, en forma de fantasmas o de zombies, han tenido un lugar recurrente, ya sea en "Ghosts" o en "The house of secrets".
Junto a los grandes autores americanos, como Jerry Siegel, Stan Lee, Gene Colan y Burne Hogarth, brillan también con luz propia las obras de los españoles Martínez de León, Francisco Ibáñez, Forges o los más actuales Manolo López y Miguel Hernández, autores de "Belmonteño", o Javier de Juan, que como otros colaboradores de la legendaria revista "Madriz", publicó obras taurinas en tiempos de la Movida madrileña.
Tampoco el tebeo infantil se ha resistido a tocar el mundo de los toros, ya sea con los populares personajes nacionales -Mortadelo y Filemón, Rompetechos, Zipi y Zape, Anacleto, 13 Rue del Percebe...- o extranjeros, incluyendo al Pato Donald, Bugs Bunny, Casper y, por supuesto, a los galos Astérix y Obelix, a los que Gosciny y Uderzo hicieron torear en sus aventuras por Hispania.
"Los toros en el cómic", que incluye también un par de apuntes taurinos de Hugo Pratt, autor de "Corto Maltés", es una exposición que "funde dos culturas populares que fueron o son despreciadas sin razón por el elitismo cultural", explicó en la presentación González Viñas, que se apoya en las palabras de Umberto Eco en "Apocalípticos e integrados".
"Tanto la exposición como el catálogo -ha finalizado su comisario- vienen a señalar, a través de la creatividad de grandes autores internacionales, el carácter cultural y universal de la fiesta de los toros, así como el hecho de que, le pese a quien le pese, los toros siguen siendo la imagen de España y de México, en el extranjero".