El Teatro Real celebra su bicentenario y deja atrás su "accidentada" historia

  • Las últimas dos décadas han sido el resurgir como un Teatro Real más vital que nunca y abierto a otros géneros músicales además de la ópera

Tal día como este lunes, hace 200 años, un 23 de abril pero de 1818, se puso la primera piedra del edificio del Teatro Real de Madrid. Su historia durante estos 200 años ha sido accidentada, porque desde principio del siglo XX -con la Guerra Civil de por medio- y hasta el 1997, el Real estuvo cerrado.

Las últimas dos décadas han sido el resurgir de un ave fénix, un Teatro Real más vital que nunca y abierto a otros géneros músicales además de la ópera, porque este ha sido un edificio muy versátil.

El Teatro Real de Madrid cumple este lunes 23 de abril su bicentenario, una fecha en a que se conmemora la primera piedra del coliseo madrileño, cuya historia ha sido "accidentada" y ha estado "lleno de avatares".

El director artístico del Teatro Real, Joan Matabosch, ha explicado en declaraciones a Europa Press que hoy en día este centro es "una de las instituciones culturales fundamentales" de Madrid, y la calidad de sus espectáculos se puede medir "con cualquiera de los grandísimos teatros internacionales".

Sin embargo, el estado de salud del coliseo madrileño no siempre fue el mejor, e incluso sus cimientos peligraron por decisiones urbanísticas así como por las circunstancias de la Guerra Civil, a lo que se suma su reconversión en una sala de conciertos, hasta que finalmente fue recuperado como sala operística en 1997.

UNO DE LOS GRANDES TEATROS DE EUROPA

Tal y como ha relatado Matabosch, el Teatro Real se inauguró en 1850 y desde entonces y hasta parte del siglo XX fue "uno de los teatros capitales del sur de Europa". Algunos de los grandes compositores del momento pasaron por el coliseo madrileño, entre los que ha destacado a Giuseppe Verdi, quien en 1863 asistió a los ensayos y el estreno en Madrid de 'La fuerza del destino', o el tenor italiano Francesco Tamagno, "uno de los grandes de la época".

Desde su apertura hasta 1925, la historia del Teatro Real fue "impresionante" y está "plagada de anécdotas y de grandes acontecimientos". Sin embargo, en ese año su historia cambio.

Según ha relatado Matabosch, "se empezaron a propagar una serie de noticias sobre el estado del edificio", que se cerró por su "estado deficiente" y por la "amenaza de ruina". Incluso en un momento dado se barajó la posibilidad de derribar el edificio. "El alcalde de Madrid quería aprovechar la ocasión para derruir el teatro y dar más visibilidad al Palacio Real", ha señalado.

Finalmente, no se cerró hasta 1936, cuando se utilizaron los sótanos como polvorín, que estalló al poco tiempo de entrar Franco en Madrid, "sin víctimas mortales" pero con "unos destrozos enormes".

REAPERTURA EN 1997

Tras la guerra, continuaron los trabajos para evitar que se filtraran aguas subterráneas, "el gran problema" del Teatro Real debido a su ubicación. Tras convertirse en 1966 en sala de conciertos, finalmente en 1984 el Ministerio de Cultura planteo su recuperación como sala operística y se inició una segunda rehabilitación que culminó con su reapertura en 1997.

A pesar de esta "historia accidentada", en los últimos 20 años "ha recuperado el tiempo perdido y se ha puesto a una velocidad de crucero", tal y como ha destacado el director artístico del Teatro Real.

Preguntado por los retos, Matabosch ha reconocido que el coliseo madrileño tiene "muchas lagunas" con el repertorio por las propias características de su historia. "Es un teatro que ha estado cerrado mucho tiempo y que en algunas épocas ha estado sometido a un aislamiento internacional cultural", ha agregado.

Además, ha admitido que el Teatro Real tiene "asignaturas pendientes importantísimas" en cuanto al "repertorio español", motivo por el que "una de las funciones cruciales es la recuperación de patrimonio español", que según sus palabras "tiene que marcarse como prioridad" y que, en concreto, tiene entre sus objetivos "la recuperación de obras del barroco español".