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El Museo Thyssen de Madrid acoge desde el próximo 22 de octubre hasta el 18 de enero de 2015 la primera gran retrospectiva dedicada al diseñador Hubert de Givenchy, una selección de algunas de las mejores creaciones del diseñador francés con la que este museo abre las puertas al mundo de la moda.

La exposición está comisariada por el propio Givenchy y ofrece un enfoque de sus colecciones a lo largo de medio siglo, desde la fundación en 1952 en París de la Maison Givenchy a su retirada profesional en 1996.

Los vestidos que diseñó para algunas de las personalidades más icónicas del siglo XX, como Jacqueline Kennedy, la duquesa de Windsor, Carolina de Mónaco o la que fue su musa y amiga Audrey Hepburn, sus creaciones más originales como la blusa Bettina o el vestido saco o sus admirados diseños de pret-à-porter, concepto que él mismo creó en 1954, se mostrarán junto a un conjunto de obras de diferentes épocas y estilos de las colecciones del Museo Thyssen-Bornemisza.

El director artístico del museo, Guillermo Solana, explicó durante una entrevista que esta exposición será "una novedad absoluta", ya que se trata de la primera vez que la pinacoteca abre sus puertas a la moda, una temática que el museo introduce y que le gustaría retomar de vez en cuando, aunque no en la programación de todas las temporadas, según puntualizó.

El Thyssen se vio obligado hace unos meses a cancelar la preparación de una exposición en torno a la figura del diseñador italiano de moda Valentino, por lo que en su lugar comenzó a trabajar en esta muestra en la que el propio diseñador, de 87 años de edad, ha trabajado como comisario.

"RETIRADO" DESDE 1996

Según indica Solana, Givenchy (Beauvais, Oise, Francia, 1927) es un "creador clásico y exquisito" de la moda que además permanece "retirado" del ámbito comercial desde 1996 y a quien la marca Givenchy no le pertenece desde 1988, por lo que resulta "más fácil" centrar la exposición en torno a la figura del creador y no a la marca.

Asimismo, ha destacado el vínculo del diseñador con España, en especial por su admiración hacia el creador Cristóbal Balenciaga. De hecho, él preside la fundación que lleva el nombre del modisto vasco, fallecido en 1972, una contribución a la difusión de sus creaciones por la que en 2011 recibió la Orden de las Artes y las Letras de España.