Por toda la ciudad se pueden ver símbolos dejados por los masones y algunos están muy a la vista, aunque no te hayas dado cuenta
Carmen M. Tejeda
La primera logia masónica que se fundó en España estuvo en la calle San Bernardo, en el hotel ‘Las tres flores de lis’. Era el año 1728 y el fundador fue el Duque de Wharton. Madrid se convirtió en la capital de los masones españoles, que llegaron, desde Inglaterra, a finales del siglo XVII.
Los masones hoy en día ni son perseguidos ni se ocultan. La sede de la Gran Logia Provincial de Madrid se encuentra en la calle Juan Ramón Jiménez, 6, y en ocasiones como la celebración de la Semana de la Arquitectura, realizan Jornada de Puertas Abiertas, con gran éxito y afluencia de público. De hecho, el edificio suele ser uno de los más visitados.
Mientras llega la próxima Semana de la Arquitectura, si queremos conocer algo más de los masones, Madrid es el lugar perfecto, toda la ciudad está repleta de símbolos masones, y es fácil verlos si sabes dónde mirar.
Para empezar la próxima vez que camines por la ciudad fíjate en sus árboles, en Madrid hay muchas acacias. Se dice que varios alcaldes de Madrid dieron orden de sembrarlas porque es un árbol muy importante para los masones. Se supone es la madera con la que se construyó el arca de Noé y un material incorruptible.
Sí, esos alcaldes eran masones, más o menos declarados, algunos de los muchos personajes públicos españoles que practicaron el credo francmasón y dejaron su huella por toda la ciudad. Eso explicaría también por qué la palabra 'acacias' aparece de vez en cuando en el callejero de la ciudad.
El Templo de Debod
El mejor lugar para iniciar una ruta por el ‘Madrid de los masones’ es el Templo de Debod. Aunque el origen de la masonería se remonta a ‘los constructores de las catedrales' de la Edad Media, adoptaron muchos de los emblemas y símbolos usados por los Antiguos Egipcios, que en Madrid están representados por este templo de 2.200 años rescatado de las aguas de las presa de Asuán. En las columnas de los templos egipcios los masones ven sus cualidades favoritas: fuerza y equilibrio.
El Ateneo
De todos los edificios masónicos que hay en Madrid el más representativo es el Ateneo. Está situado en la Calle Prado 21 y tiene todo lo que representa al credo masón, no le falta un símbolo. De hecho, muchos de los más ilustres masones han sido socios del Ateneo, entre ellos Manuel Azaña.
El edificio se inauguró el 31 de enero de 1884, obra de los arquitectos Enrique Fort y Luis de Landecho. En 1952 se realizó una reforma que eliminó símbolos masones como algunas estrellas de cinco puntas pero lo que sí permanece es la pintura del techo de salón de actos, obra de Arturo Mélida, repleta de simbología masónica, como triángulos y columnas o la escalera de los siete peldaños que simbolizan las siete virtudes que debe tener todo buen masón
El panteón de Alejandro Lasalle
Una tumba laica en medio del cementerio de San Isidro. No tiene la tradicional cruz cristiana. No tiene símbolos religiosos. Pero tiene hojas de acacia. Dos enormes hojas a ambos lados de la entrada que la identifican como arquitectura masónica. José Canalejas no era masón pero la tumba de su cuñado, Alejandro Lasalle, es todo un 'catálogo' de símbolos masones.
También aparecen otros importantes símbolos masones: tres puntos en vertical formando una línea entre el nombre y el apellido (símbolo de 'sabiduría, fuerza, belleza'); columnas con hojas de acanto en el capitel; granadas (representa a los masones). La entrada mira hacia Oriente (el 'Oriente eterno' es el paraíso simbólico, el nacimiento del sol, el lugar hacia donde se dirigen los masones en busca de la 'luz' que representa la sabiduría).
La estatua de Emilio Castelar
Masón era el que fue presidente de la I República, Emilio Castelar, y masón era también Mariano Benlliure, el escultor que levantó la estatua del Paseo de la Castellana. Una estatua repleta de símbolos .
A los pies de Castelar aparece una escultura de una mujer desnuda, es la Verdad. Hacia ella suben por una escalera tres figuras que representan a un obrero, un soldado y un estudiante, es decir 'el trabajo, la fuerza y el estudio'. En el monumento hay diferentes referencia a la vida y obra de Castelar pero lo más llamativo para nuestro viaje por el Madrid masónico son las tres figuras que coronan el conjunto: tres esculturas, tres mujeres que representan las tres virtudes masónicas: sabiduría, fuerza y belleza.
El Pasillo Verde
En los años 80 se soterraron siete kilómetros de la vía ferroviaria entre Atocha y Príncipe Pío, y el barrio de Arganzuela comenzó una nueva vida con el Pasillo Verde Ferroviario. Si te interesan los masones, este es un buen lugar para descubrir su huella mientras te das un paseo. Hay quien dice, incluso, que es una especie de camino iniciático para la francmasonería.
Aquí encontramos referencias egipcias en pirámides, obeliscos de hierro oxidado levantados sobre pedestales de mármol. Y la Geometría (con mayúscula) base de la Arquitectura (también con mayúscula), que tanto gusta a la Masonería; baldosas bancas y negras a la manera de una tablero de ajedrez, como el que se encuentra en las logias; bancos con forma de escuadra en los vértices; triángulos con círculos en el interior; escaleras en secuencia de tres, cinco y siete (las edades del Aprendiz, Compañero y Maestro Masón).
La Puerta del Sur
El Pasillo Verde toma la dirección del Parque Tierno Galván y allí, junto al Planetario, se encuentra la Puerta del Sur, un importante punto masónico que marca el punto de encuentro de dos ejes que cruzan Madrid: uno desde el Observatorio Astronómico en el Retiro hasta el Cerro de los Ángeles y el otro se extendería desde la antigua ermita de la Santa Cruz (en la calle de la Bolsa, donde se reunían los antiguos masones), en dirección hacia Jerusalén y Tierra Santa.
En el punto de cruce se levanta un enorme construcción geométrica de hormigón junto a una chimenea oxidada de 49 metros de altura, (siete veces siete, un número importante). En la parte superior de la chimenea están inscritas las iniciales ALGADU (‘Al Gran Arquitecto Del Universo’).
Toda la zona está repleta de símbolos masones, desde la forma geométrica del monumento, hasta el suelo con losas blancas y negras, similar al ajedrez, pasando por las rampas de ascenso y descenso. La Puerta del Sur es para los masones una especie de puerta donde se encuentran el cielo y la tierra.
Ministerio de Agricultura
El Palacio de Fomento, sede actual del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, fue construido a finales del siglo XIX. De la obra se encargó el arquitecto Ricardo Velázquez Bosco.
En el interior del edificio también encontramos numerosas referencias masónicas pero sobre todo están presentes en la fachada donde lo primero que se ve son columnas (que representan el equilibrio y la fuerza) y dos cariátides, una a cada lado de la puerta de entrada, que representan a la Industria y al Comercio y llevan en las manos símbolos masones como el mazo y la escuadra.
En lo más alto de la fachada tres estatuas aladas: la Gloria y los Pegasos. El tres es un número importante para los masones, las figuras representan la trilogía ‘Dios, Naturaleza y Hombre’. No son las originales, porque eran de mármol y pesaban demasiado así que fueron sustituidas por otras de bronce, más ligeras. En cualquier caso el edificio merece una visita aunque sólo sea por la belleza de su construcción.