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Dos veteranas y grandes actrices, Terele Pávez y Carmen Machi, dan una lección de interpretación en "La puerta abierta", ópera prima de Marina Seresesky en la que hacen "saltar chispas" dando vida a dos prostitutas que a la vez son madre e hija y se hacen la vida imposible.

Aunque habían coincidido en el reparto de "Mi gran noche", nunca hasta ahora se habían dado la réplica, según han contado ambas hoy a Efe en la presentación del filme, una historia que abre la puerta a la luz y a la esperanza en la más sórdida de las vidas. "No es una película sobre la prostitución", ha explicado Machi. "Lo interesante ocurre dentro de casa, en bata y zapatillas, cuando te quitas toda la parafernalia y no está la prostituta, sino la mujer".

La ganadora de un Goya por "8 apellidos vascos" se pone en la piel de Rosa, una mujer "amargada y negada a la felicidad", que convive a la fuerza con su madre, Antonia (Pávez), postrada en una silla de ruedas y refugiada en la fantasía de creerse Sara Montiel.

Con un tono íntimo y modesto, la historia, que llega este viernes a las salas de cine, transcurre dentro de esa casa y en los pasillos de la corrala, donde conviven con otras prostitutas, porteras cotillas y maridos infieles.

Seresesky escribió el guion pensando en Machi y en Amparo Baró, con quienes coincidió en 2011 en el montaje de "Agosto" de Gerardo Vera, pero la enfermedad y posterior fallecimiento de Baró obligaron a buscar una sustituta. Fue la propia Baró, durante su convalecencia, quien pensó en Terele Pávez."Amparo decía que le iba más a Terele que a ella y la verdad que es que yo no puedo imaginarme ya a otra Antonia", asegura Machi. "Terele es una barbaridad, no hay actriz como ella, hace que todo sea posible, para mi es un referente".

Pávez entró en el proyecto con el rodaje ya empezado. "Empezamos a trabajar el primer día y parecía que hubiésemos ensayado un montón, pero ella no sabía ni de que iba la película", recuerda Machi con asombro.

La inolvidable Régula de "Los santos inocentes" y ganadora de un Goya por "Las Brujas de Zugarramurdi" dice que no cree que haber vivido mucho sea la clave de una buena actuación.

"Mira la niña -en referencia a Lucía Balas, que interpreta a la hija de otra prostituta que se cuela en su casa-, ella no sabe lo que ha hecho", opina, alabando su trabajo.

"Ser actor es una cosa extraña, un misterio. Eres un poco médium, dices cosas que te sorprendes a ti misma, que no sabes de dónde salen. Recuerdo que alguien decía de Paco Rabal haciendo de Goya que andaba igual que él, pero ¿quién ha visto andar a Goya?".

La peculiar familia de "La puerta abierta" se completa con Asier Etxeandía, en la piel de Lupita, una transexual muy maternal que vive su propia fantasía.

Seresesky dice haber aprendido mucho hablando con mujeres que se dedican a la prostitución. "He conocido a mujeres maravillosas, de una enorme vitalidad, que me han enseñado mucho, con muchas ganas de salir adelante y que hacen lo que pueden, como todos".

Mientras Machi y Pávez volverán a coincidir en la próxima película de Álex de la Iglesia, "El bar", que se estrenará a comienzos del 2017, Machi repetirá con Seresesky y con Bárbara Lennie en una coproducción con México de suspense que se rodará el año que viene. "Es un cambio radical", dice la realizadora, guionista y actriz argentina. "Se trata de la historia de un fotógrafo que se dedica a la fotografía post mortem y a partir de un suceso y de la muerte de su mujer, empiezan a suceder cosas inesperadas", explica.