Como un cóctel de "Pequeña Miss Sunshine", la francesa "Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?" y el Jack Nicholson de "Mejor imposible", así ha macerado el director Álvaro Díaz Lorenzo "Señor, dame paciencia", una comedia "divertida y veraniega" protagonizada por una coral familia de estrellas.
Jordi Sánchez, Megan Montaner, Silvia Alonso, Eduardo Casanova, David Guapo, Salva Reina y Boré Buika son algunos de los miembros de este clan que llega este viernes al cine jugando con estereotipos y prejuicios en una comedia que, según explican a EFE su director y elenco, quería alejarse del hito del género, "Ocho apellidos vascos".
"Yo quería una película muy coral. No cae en los tópicos y luego los desmonta. Si el andaluz es gracioso no es porque sea andaluz, sino porque el personaje es gracioso", dice Díaz, que también firma el guión de "Señor, dame paciencia", un viaje para restablecer los lazos familiares que bebe de la "road movie" "Pequeña Miss Sunshine".
Gregorio (Sánchez) es un banquero madridista y de derechas que debe cumplir la última voluntad de su mujer (Rossy de Palma, siempre presente "hablándole" desde su urna): viajar junto a sus dos hijas y su hijo (Montaner, Alonso y Casanova) a Sanlúcar para esparcir sus cenizas en el Guadalquivir y restablecer los lazos familiares.
Pero ese viaje desde Madrid en furgoneta no lo harán solos. Camino al sur irán con ellos las respectivas parejas de la prole, un catalán y barcelonista (Guapo), un antisistema (Reina) y un vasco negro y homosexual (Buika), la singular cruz del cabeza de familia.
"Gregorio es intolerante, intransigente, un señor que ha decidido cómo van a ser sus hijos desde que nacieron hasta que se mueran y al que todo le sale rana", explica Sánchez sobre su personaje en esta comedia "blanca y familiar".
Grabada durante siete semanas entre Madrid y Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), "Señor, dame paciencia" es como "Cuento de Navidad": "De repente Gregorio es una persona que le han trasladado de la prehistoria a aquí y tiene que adaptarse a todo", comenta Casanova, que interpreta al hijo pequeño, prometido a su novio vasco.
El árbol genealógico lo comienza Sandra, "la que asume el rol de madre después de la muerte María, e incita siempre a la familia a estar unida", explica Montaner, que se estrena en la comedia tras los dramas "Dioses y perros" y "Por un puñado de besos".
Alonso, por otra parte, interpreta a Alicia: "Siempre he creído que era la hermana pequeña pero ahora creo que soy la mediana", bromea la actriz.
"Es un poco la que más distancia del conflicto con el padre porque ya les ve a ellos dos metidos en un jardín y decide ser más lista", detalla.
Aunque el mayor quebradero de cabeza para Gregorio, que se queda "absolutamente solo y desolado" sin su mujer, intermediaria entre él y sus hijos, son sus variopintos yernos que le acompañarán en este viaje catártico.
El cómico David Guapo se consolida en la gran pantalla -su primera aparición fue en "Barcelona, noche de invierno"- con un personaje que acaba siendo el "yerno guay", a pesar de ser catalán, porque, dice el actor, es "un tío de puta madre".
"La principal diferencia con 'Ocho apellidos vascos' es que esta no es una historia de amor", opina Guapo, aunque agradece la "nueva hornada de la comedia del cine español" como pudo ser esa cinta.
Para Buika es un "halago" que se compare "Señor, dame paciencia" con la taquillera película de Dani Rovira, y asegura que su personaje en el tercer largometraje de Díaz Lorenzo "era un caramelo": "Es un gustazo hacer un personaje negro y español", dice.
Reina, que interpreta al tercero en discordia -"un supuesto antisistema pero que en realidad es un gran caradura", dice-, coincide con la tónica general de que la comedia en España "vive" y que "se está avanzando en la buena dirección", aunque dice que "queda mucho campo por labrar".