CutreCon XI: Lo mejor (y más divertido) del "peor" cine llega a Madrid

A principios de los 80, un equipo de producción cinematográfica inició en Turquía el rodaje de una película de ciencia ficción. Tenían tal escasez de medios que cuando iba a comenzar el rodaje se quedaron sin decorados, así que varios miembros del equipo entraron por la noche en un cine de Estambul en el que se estaba proyectando Star Wars, robaron la lata de celuloide, recortaron unas cuantas escenas de naves y escenarios varios, volvieron a pegar la tira de celuloide y devolvieron la lata al cine sin que nadie se enterara. Tal cual.

Así se hizo la que está considerada la peor película de la historia: Dünyayı Kurtaran Adam (The Man Who Saves the World) que ha pasado a la posteridad como el Star Wars turco. “El resultado es que estás viendo una película en la que, de repente y sin que tenga nada que ver, te aparece el Halcón Milenario; es una cosa absolutamente demencial”, explica Carlos Palencia, director del Festival Internacional de Cine Cutre de Madrid.

Era tan absolutamente chapucero que George Lucas lo dejó pasar. Y, aunque parezca increíble, fue todo un éxito en Turquía, el actor protagonista se convirtió en leyenda y “hay toda una generación que ha crecido con ella’

Música robada de otras películas, imágenes de la auténtica Star Wars, monstruos que aparecen porque sí, escenas inconexas… En palabras de Carlos Palencia ver esta película es ”una experiencia que todo el mundo tiene que vivir en un cine”. Por eso es una de las películas que trae a Madrid la nueva edición del Festival Internacional de Cine Cutre, más conocido como CutreCon que empieza este 23 de febrero.

CutreCon, un festival insólito

Es un festival como no hay otro, “insólito en el panorama español”, explica Carlos Palencia “porque al contrario que la mayoría de festivales, en lugar de premiar las buenas películas hacemos lo contrario, es un festival que celebra el error, lo estrafalario, lo inconexo, lo erróneo”. Y es también, sin duda, el festival de cine más divertido.

En CutreCon se proyectan películas “tan mal hechas que al final se convierten en comedias involuntarias”. Una experiencia de cine completamente diferente, un Festival en que ocurre algo insólito en el cine: Se invita y anima al espectador a comentar la película en voz alta y “compartir cualquier comentario, chiste o queja que le venga a la mente, porque “el espectáculo de CutreCon está más que en la pantalla en el patio de butacas”, señala Carlos Palencia.

Sección Oficial y Premio del Público

El festival ya ha tiene más de diez años y ha crecido mucho. Los organizadores están tan satisfechos que han decidido empezar su segunda década ‘a lo grande’ con una Sección Oficial y el Premio del Público. Este va a ser el primer año “en que el público va a poder elegir cual es la película de bajo presupuesto más divertida de CutreCon”.

Esta edición llega con más películas que nunca: 28 largometrajes y dos cortos en cinco días, mañana y tarde. “Por primera vez hay películas en todo momento”, cuenta Carlos Palencia, y destaca otra novedad: “Este año desembarcamos en la Facultad de Ciencias de la Información con varias sesiones gratuitas y contenidos más didácticos”, y la participación de muchos invitados.

De esta manera, la Universidad Complutense se une al mítico Cine Paz, recién reformado, al Palacio de Hielo y a la Cineteca, donde tendrán lugar el resto de las sesiones.

Wakaliwood

Uno de los invitados es Alan Hofmanis, cineasta americano que hace una década “decidió abandonarlo todo en Nueva York donde vivía y se fue a Uganda porque descubrió en internet que había un suburbio, Wakaliga, en las afueras de Kampala, la capital de Uganda, donde estaban haciendo, con menos de 200 dólares, películas de acción tremendamente trepidantes y llenas de un ritmo frenético como no se ha visto en el cine americano tradicional”, explica Carlos.

Hofmanis vio las posibilidades de una industria del cine en potencia y emigró a Uganda para ayudarles. Consiguió que estas películas estén ahora presentes en importantes eventos como el Festival Internacional de Cine de Toronto y el Festival de Cine de Austin. Además de en el Festival Internacional de Cine Cutre de Madrid, por supuesto. Son películas hechas en chabolas, sin presupuesto, pero con “muchísima ilusión y visión del entretenimiento” y mucho más ingenio que cualquier superproducción de Hollywood.

No es la primera visita de Alan Hofmanis al Festival de Madrid que, por cierto, fue el primero en proyectar una película de Wakaliwood. Hace unos años ya estuvo aquí y puso en apuros a los organizadores porque… se perdió por Madrid. Varios miembros del equipo pasaron la noche en blanco buscándole desesperados para llevarle a su hotel.

No apareció hasta la mañana siguiente… dormido plácidamente en un banco de la Plaza de España (en pleno mes de enero) y todo lo que dijo fue: “Estaba cansado y me eché un rato a dormir”. Anécdotas tiene Carlos Palencia “para escribir un libro”.

Dinosaurios, lagartos, King Kong y los Power Rangers

El programa de este año incluye “muchos peliculones”, son “comedias involuntarias” con las que la gente no va a parar de reir, como el montaje americano del clásico ‘King Kong contra Godzilla’. Una coproducción americano-japonesa que se rodó en 1962. Todo un hito del cine cutre.

El festival trae también un golpe de nostalgia noventera: la primera película de los Powers Rangers, de 1995. “Mucha gente va a descubrir que aquella película que marcó su infancia es una película divertidísima por motivos equivocados”, explica Carlos Palencia, y cuenta que toda la cinta está hecha por ordenador con esos “efectos CGI de principios de los 90 que, viéndolos en pantalla grande, dan vergüenza ajena”.

Todos los rincones del mundo están en CutreCon: ‘Magic Lizard’ es una película tailandesa que estuvo poco tiempo en cartel y, tras un breve paso por el VHS, desapareció. “Llevamos mucho tiempo detrás de ella” cuenta Carlos y explica que es tan absurda que “yo no sé cómo definirla ni cuál era el propósito del autor”. Describir el argumento ya es complicado. Se podría decir que describe las vivencias de un lagarto bípedo en las calles de Tailandia, (por raro que esto suene),Carlos promete que “va a dejar a la gente con los ojos como platos y no va a dar crédito al argumento, que alcanza unas cotas de delirio que sobrepasa lo humano, lo divino y lo extraterrestre”.

No va a ser la única película de dinosaurios, un clásico del festival. También se proyecta ‘The Phantom Empire’ en la que “los dinosaurios que aparecen los robaron de otras películas”. Todo vale en la serie Z.

Arqueología cinematográfica

El Festival nació de la página de humor Cinecutre.com, que sigue existiendo, "un poco por casualidad" en el año 2010. La primera edición tuvo lugar en la Casa del Reloj de Arganzuela. En la segunda edición, en el mismo sitio, la bandeja del DVD desde donde se lanzaban las películas salió volando al escenario cinco minutos antes de empezar. Nunca antes nadie había buscado un ordenador disponible tan deprisa.

Ahora el festival ha crecido y se proyecta en las mejores condiciones de imagen y sonido, “cuidamos la proyección al máximo, la palabra ‘cutre’ sólo es el nombre no la organización”.

No todo vale en CutreCon. La selección de películas es tan exigente como en cualquier otro festival e incluso más difícil: ”no todo vale, lo que buscamos es que, además de malas, las películas sean tan malas que sean divertidas, un no parar de cosas locas que sorprendan de mil maneras al espectador”. Negociar los derechos de proyección es mucho más complicado en Cutrecon que en otros festivales, hay autores que reniegan de su obra y no quieren ni oír hablar de que su película se proyecte.

Encontrar películas es, a veces, todo un trabajo de arqueología cinematográfica. El equipo de CutreCon busca, indaga, excava y encuentra con el mismo ahínco, determinación y cuidado que Arsuaga en Atapuerca. Han conseguido hitos como encontrar una copia de la primera película española de artes marciales: ‘Karate contra Mafia’. Una joya del cine español. “Simplemente por la risa y pasar un rato con la gente, de repente estás contribuyendo a preservar películas que si no fuera por festivales como el nuestro se habrían perdido”, cuenta Carlos.

Hay historias increíbles detrás de estas películas. Doris Washman, de las pocas mujeres que hacían cine en los 80, dirigió en aquella década ‘Una noche para descuartizar’. Cuando terminó el rodaje se produjo un incendio en el almacén donde se custodiaba y se perdió la cinta. Los productores dijeron que se habían gastado mucho dinero y había que seguir adelanten“y la solución fue coger las tomas falsas y los descartes”, cuenta Carlos Palencia, “el resultado fue una chapuza, donde no cuadra nada”. Hace unos años “en un maletero de un coche en Alemania se encontró una lata de celuloide con el montaje que teóricamente se había quemado, se ha restaurado y no tiene nada que ver con lo que conocimos”.

Premios

Este año el Festival tira la casa por la ventana y entrega más premios que nunca. Además de la Sección Oficial y el Premio del Público, se va a entregar el Premio Jess Franco 2022 a Isaac Nabwana, el creador de Wakaliwood, “por su capacidad para sacar una industria literalmente de la nada”, lo recogerá en su nombre el sin par Alan Hofmanis.

El premio ‘Sah-bi-a” (en honor a Ramón Saldiar, director de ‘Karate contra mafia’, que firmó la película con la grafía de su apellido en chino) que se otorga a buenos cineastas “que dieron un patinazo” este año se entrega a Sergio Martino, “un gran cineasta que en los años 80 hizo por encargo un par de películas exploitation". Se proyectará su película ‘Destroyer y el brazo de acero’ que, básicamente, “es una copia de Terminator”.

En la Sección Oficial las candidatas son muy dispares. Entre ellas, nos cuenta Carlos, “tenemos al que llamamos el Ed Wood mallorquín, con una película que imita al cine de los 80 pero sin presupuesto y muchas referencias a la cultura pop”, también una especie de ‘John Wick asturiano’ y cine underground catalán con una película de superhéroes de Juan Carlos Gallardo, además de ‘Crab’ una película de cangrejos asesinos en un pueblo costero. “Hay para todos los gustos”.

El Festival Internacional de Cine Cutre de Madrid es toda una experiencia.