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Hasta el próximo 2 de abril, los fans del mago más querido del mundo podrán interactuar con objetos y ver decorados usados en las películas del niño mago creado por J.K. Rowling, que se exponen en "Harry Potter: The Exhibition".

James y Oliver Phelps, los gemelos Weasley en la saga de películas de Harry Potter, han sido los encargados de inaugurar la muestra y han sorprendido a los primeros visitantes fotografiándose con ellos en alguno de los escenarios expuestos, según el perfil de Twitter de la exposición.

A las diez de la mañana, los cientos de seguidores del universo fantástico de la saga que hacían cola y esperaban en Ifema, han accedido al pabellón número 1 del recinto ferial, en el que se exhibe la muestra, que ocupa 1.400 metros cuadrados.

"Harry Potter: The Exhibition", que antes de inaugurarse ya tenía 150.000 entradas vendidas y varios fines de semana completos, se ha prorrogado hasta el 2 de abril -inicialmente prevista hasta enero de 2018- ante la avalancha de preventa de entradas, que ha superado a la registrada en todas las ciudades por donde ha pasado la muestra.

La muestra, que ya ha recibido en Chicago más de cuatro millones de visitantes, incluye algunas de las localizaciones más populares de las películas, incluyendo la sala común y el dormitorio de Gryffindor, las aulas de Pociones y Herbología, y el Bosque Prohibido, con cientos de objetos de atrezo, trajes y criaturas fantásticas originales.

Dividido en nueve escenarios, la exposición comienza, como la aventura de Potter, con el sombrero seleccionador para situar a cada nuevo mago en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería; la segunda sala se abre con una réplica del Expreso del colegio que lleva a la Galería de los Retratos.

Sorprenden lo pequeñas que son las primeras ropas de Potter, de sus amigos Hermione y Ron Weasley o su rival en Hogwarts Draco Malfoy, y la autenticidad de objetos imposibles, como los Horrocruxes, que también están, a las diversas caras de Lord Voldemort.

Desde el principio, los escenarios y objetos mágicos hablan e interactúan con los visitantes, de modo que se puede sacar una mandrágora chillona de su maceta, lanzar la bola en un partido de Quidditch o incluso recorrer la cabaña de Hagrid y sentarse en su gigantesco sillón.

El recorrido termina en el espectacular comedor de Hogwarts, con sus vidrieras y sus velas corredoras.

Desde su estreno mundial en Chicago, la muestra ha pasado por Boston, Toronto, Seattle, Nueva York, Sydney, Singapur, Tokyo, París, Shanghai, Bruselas y Holanda, desde donde ha viajado a Madrid, que será la única ciudad española dentro del tour europeo de la exposición.