Una exposición recoge la historia de la gaseosa y el sifón en España | REDACCIÓN
(Actualizado

El Centro Comercial Moda Shopping de Madrid acoge desde hoy la exposición ‘Historia de la gaseosa y el sifón en España’, una muestra que cuenta con más de 1.000 botellas, publicidad y envases de gaseosa. Es gratuita y se podrá ver hasta el 31 de octubre, en horario comercial.

La exposición, que está ordenada por comunidades autónomas, repasa la historia de la gaseosa y el sifón a través de más de 1.000 botellas. Están representadas muchas de las marcas que se fabricaban en España: ‘Masso y Verges’, ‘La Gran Vía’, ‘Miret’, ‘El Águila’, ‘Unión Coruñesa’, ‘La Gremial, ‘La Concepción’, ‘La Primorosa’… y algunas tan conocidas como ‘La Pitusa’, ‘La Revoltosa’ y cómo no ‘La Casera’.

“En un principio, la gaseosa comenzó a venderse en las farmacias como remedio para curar diversos males, pero debido a su gran éxito muy pronto comenzó a comercializarse en botellas. Cada pueblo tenía su propia marca”, explica Rafael Sánchez Barros, comisario de la exposición.

La botella más antigua que podemos encontrar en la exposición data de 1.912 y es la de ‘Masso y Verges’, elaborada en Reus y que conserva aún la bebida dentro. La fecha de este vidrio no dista mucho de la creación de las primeras fábricas de gaseosas en España, a finales del siglo XIX.

Sánchez Barros explica que “contar la historia de una bebida no es tarea fácil y menos si se trata de una de las más famosas y que más marcas ha lanzado, pero estoy seguro que el público que visite la exposición se hará una idea de la importancia que tuvo la gaseosa en nuestro país”.

Tanto éxito tenía la gaseosa que “en 1950 funcionaban en España más de 5.000 fabricantes de bebidas gaseosas, que distribuían principalmente en su provincia y en los alrededores. Después comenzó la concentración del sector, y la mayoría de las industrias fueron absorbidas por las grandes marcas y otras cerraron”, asegura.

Por otro lado, los tapones también se hicieron muy populares. “El corcho sujeto con una cuerda, el de “bola” o el de “corona”, son míticos. También el tapón a presión de porcelana y alambre, cubierto con un capuchón de plástico o papel”, explica Sánchez.

El auge de la publicidad

Otro de los aspectos fundamentales para el despegue de la gaseosa fue la publicidad, de ahí que también tenga un apartado importante en la exposición, con carteles y anuncios de la época.

“La publicidad fue sin duda una de las claves del éxito comercial de la gaseosa, siempre con un toque de humor que la hizo muy cercana y simpática al público. Por ejemplo, La Casera consiguió el máximo logro al que puede aspirar una marca, que su nombre se convirtiera en nombre genérico para el producto”, explica Sánchez Barros.