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Sabor a cine negro, un crimen casi perfecto y una historia de amor entre dos hombres en el Chicago de los años veinte son los ingredientes principales del musical Excítame: el crimen de Leopold y Loeb, que se estrena en el Nuevo Teatro Alcalá de Madrid tras una exitosa gira por toda España.

"Basada en una historia real esta versión es cien por cien original. Queremos contar una historia sobretodo gay, quitando cualquier capa de prejuicio, sobre dos jóvenes aburridos de la sociedad en la que vivían", ha explicado a Efe el director José Luis Sixto sobre esta adaptación que mantiene el libreto y música de Stephen Dolginoff traducido al castellano.

Con dos personalidades totalmente opuestas pero complementarias, Nathan Leopold y Richard Loeb son dos estudiantes universitarios que, tras participar en crímenes menores cuando eran niños, deciden cometer el asesinato de un niño alentados por Richard, obsesionado con las teorías de Nietsche y el concepto del superhombre.

"Nathan se compromete a seguir a Richard en sus crímenes a cambio de que Richard haga lo propio con Nathan en sus vicios sexuales", cuenta Sixto, quien apunta que ninguno tenía un "motivo real" para cometer el crimen, ya que ambos lo tenían todo, y el único problema era su vacío interior.

El actor y productor de la obra Alejandro de los Santos da vida a Nathan Leopold, mientras David Tortosa es Richard Loeb; ambos alternan funciones con los actores Alberto Frías y Marc Parejo.

Los dos intérpretes principales coinciden en que la relación entre Leopold y Loeb "no es de amor", sino de dependencia entre dos personas completamente vacías, algo que el público notará perfectamente, desde el exterior, y que sin embargo los protagonistas son incapaces de apreciar, como ocurre muchas veces en la vida real.

"No todo el mundo cuando piensa que está enamorado está en lo cierto", apunta Alejandro de los Santos, quien describe a Leopold como una persona muy inteligente, pero solitaria, que encuentra en su mejor amigo su "única vía de escape".

Loeb comparte con su amigo la inteligencia, pero con una personalidad mucho más "irracional", es una persona más "impulsiva y visceral" que se pone una "coraza de acero" para no parecer vulnerable ante su enorme falta de cariño, explica Tortosa.

A pesar de haber sucedido hace prácticamente un siglo, el suceso de Leopold y Loeb mantiene su contemporaneidad hoy en día, con el ejemplo más reciente del pederasta de Ciudad Lineal que coincidió con la programación de la obra el año pasado en el Fernán Gómez, según ambos intérpretes. "Seguimos igual", exclama Tortosa, "es una obra aterradoramente actual".

Con una escenografía que apela constantemente al público, al cual se dirigen los personajes a través de sus miradas, la sala del Teatro Nuevo Alcalá dividida en tres bandas alrededor del escenario permite que los espectadores aprecien unos detalles u otros dependiendo de su ubicación en la sala.

Desde que dos periodistas destaparon el asesinato en 1924, el suceso ha dado la vuelta al mundo y ha servido de inspiración para numerosos trabajos de ficción tanto en la literatura, como en el cine o en el teatro de la mano de directores de la talla de Alfred Hitchcock, Orson Welles o Michael Haneke.

Esta versión es la primera en castellano, una adaptación "muy masculina" que oscurece al máximo los detalles, ayudada por la iluminación, el sonido y aspectos menos conocidos del suceso que muestran con mayor realismo la personalidad fría de los personajes y su forma de ser y de vivir.