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El musical 'Ojos verdes', a cargo de la compañía catalana La Barni Teatre, recala en la Sala Dos del Teatro Fernán Gómez de Madrid desde este miércoles hasta el 2 de octubre con un espectáculo que rinde tributo al mítico Miguel de Molina, "un personaje avanzado a su tiempo, moderno y atrevido".

Así lo ha definido este martes Marc Vilavella, actor que encarna el personaje del famoso cantante de copla y que es a la vez director de la función junto a Marc Sambola, responsable musical.Vilavella ha explicado que el proyecto surgió hace cinco años como un trabajo de fin de carrera que, por suerte para la compañía, se ha instalado en el tiempo. "Se trata de un musical de mediano formato, muy minimalista y esencial, que pretende ser muy cercano y tocar la piel del espectador", ha apuntado.

A este respecto, el artista ha aclarado que no son "puristas ni imitadores" de Miguel de Molina. "El no hizo política y nosotros tampoco, aunque siempre existe un punto de vista", señala.

REIVINDICAR EL GENERO

Vilavella confiesa que no conocía a Miguel de Molina y que cuando leyó su autobiografía quedó "enamorado" del personaje. Al igual que él las jóvenes generaciones desconocen la trascendencia que tuvo y por ello el director de 'Ojos verdes' pensó que existía una necesidad de reivindicar el género.

"Este espectáculo muestra la lucha contra los prejuicios a través de la historia de Miguel de Molina y de un viaje musical por sus canciones y las de su época", afirma. "Los jóvenes consideran este género casposo y antiguo pero tienen que saber que la copla nació con la República, en una época de libertad y eso es lo que transmite el espectáculo", añade.

La música seleccionada para la ocasión pasa por temas emblemáticos de Miguel de Molina al que también se le hace cantar en la función otros muy conocidos como 'El gazpacho' de Juanita Reina o 'El emigrante' de Juanito Valderrama. También sonarán canciones de guerra como '`Ay Carmela!' o dos temas ligados a Federico García Lorca, 'Anda jaleo' y 'Nana de Sevilla'.

Para Marc Sambola trabajar con la copla les ha permitido "contar historias" y musicalmente les ha resultado "muy agradecido". El director musical ha indicado que en la función existen "dos lenguajes": el que se da cuando Miguel de Molina actúa y que es más cercano a su época y otro que cuenta cómo fue esa España del siglo XX.

Los responsables de este espectáculo aseguran que no han pretendido hacer "un sonido nuevo de la copla" y que tampoco aspirar a ser "una reproducción" del emblemático cantante. "Sólo somos unos catalanes enamorados de él", afirman.