Hay festivales de cine de primera clase, como Cannes, Berlín o San Sebastián. Y después certámenes especializados: cine independiente, fantástico o de mujeres. Y después surgen otros como el CutreCon, un festival que se celebra en Madrid y que dedica su programación a películas realmente malas. Tan malas que generan una verdadera expectación. Última jornada del festival que ha comenzado con el pase de EN BUSCA DE WENG WENG.
Un documental que bucea sobre el cine de este actor filipino enano reconvertido en un sorprendente James Bond asiático. A este festival se viene a lo que se viene. Esta quinta edición del CutreCon se ha dedicado al cine policiaco. La esencia del certamen es proyectar películas tan malas, tan mal rodadas e intrerpretadas, que acaban por provocar la risa. Es decir, se trata de un festival de humor encubierto, que además deja huella.
Cerca de 3 mil espectadores acudirán a un certamen que ya prepara su sexta edición. Aquí llega lo complicado, encontrar lo peor dentro de lo malo. La matinal se cerraba con ROOM FULL OF SPOONS, un documental que recorre el insólito éxito de THE ROOM. Una cinta de 2003 tan patética que acabó convertida en fenómeno de culto y se proyectó diez años seguidos. Un desastre cinematográfico que ha enriquecido a su director Tommy Wiseau.