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El proyecto "de la piedra a la madera" ha permitido a un grupo hispanofrancés de lutieres reconstruir instrumentos musicales ya desaparecidos como un salterio de cuello de cisne y una viola lobulada que ahora pueden volver a tocarse tras ser reproducidos a partir de las tallas de un templo.

Junto a esos dos instrumentos de cuerda que vuelven a ver la luz ocho siglos después de quedar plasmados en piedra en la Portada Norte de la Colegiata de Toro (Zamora) se han reconstruido otros tres cordófonos singulares que también aparecen en esa portada, según ha explicado en una entrevista telefónica a EFE el lutier Jesús Reolid.

El objetivo es que estos cinco instrumentos, con los que hoy se realizan las primeras pruebas de sonido en el taller de este lutier en Pelayos de la Presa (Madrid), se expongan en un futuro e incluso se puedan tocar en la Colegiata de Toro, en el marco de la exposición "Aqva" de Las Edades del Hombre.

Esa muestra de arte sacro, que se puede ver hasta el 14 de noviembre en Toro, vino precedida de la restauración de la Puerta Septentrional de la Colegiata de Santa María la Mayor.

Tras esa intervención que permitió una visión más precisa de las tallas, Jesús Reolid, impulsor del proyecto, se propuso reproducir los instrumentos de los 24 ancianos músicos del Apocalipsis representados en la arquivolta superior de esa portada.

La idea se ha plasmado en un proyecto denominado "de la piedra a la madera", que desarrollan desde el pasado mes de marzo seis lutieres.

El proceso de construcción de los cinco instrumentos de música antigua se ha acelerado durante las tres últimas semanas y especialmente a lo largo de los últimos siete días, cuando los lutieres se han reunido en el taller de Pelayos de la Presa para concluir los trabajos.

Ahora llega el momento de comenzar a afinar y poner a punto la viola lobulada, el salterio de cuello de cisne, el organistrum, la cítola y la viola oval que se presentarán oficialmente en la feria Arpa, una bienal de restauración y gestión del Patrimonio que se celebrará en noviembre en Valladolid.

Reolid ha explicado que lo ideal sería reproducir los diecisiete instrumentos que tocan los músicos tallados en piedra en la Portada Norte de la Colegiata.

Pese a carecer de la policromía de los músicos reproducidos en el Pórtico de la Majestad de ese mismo templo, los de la puerta septentrional son tanto o más interesantes desde el punto de vista de la musicología, ya que cinco de los instrumentos que portan no existen en la actualidad.

A los dos que acaban de reconstruirse se suman otros tres salterios o cítolas, uno de ellos cuya caja de resonancia tiene una curiosa forma de corazón.

Jesús Reolid ha reproducido junto a Carlos Paniagua, Carlos do Viso, Demian Reolid, Mario Unsain y Olivier Feraud los primeros cinco instrumentos y ha mostrado su deseo de completar la colección.

Lo ideal sería contar con algún patrocinio y poder hacer incluso una recreación en la Colegiata de Toro con todos los instrumentos llevados de la piedra a la madera sonando al mismo tiempo pese a que, según ha aclarado, en la música medieval únicamente se tocaban dos o tres juntos a lo sumo.

Por el momento, en Pelayos de la Presa comienzan hoy a probar cómo suenan los cordófonos de los músicos del Apocalipsis de la Colegiata de Toro, llevados de la piedra a maderas de abedul, tilo o ciprés que permiten escucharlos ocho siglos después de ser esculpidos.