La primera exposición itinerante sobre Auschwitz y sus repercusiones históricas y humanas ha llegado al Centro de Exposiciones Arte Canal de Madrid con más de 600 piezas originales y numeroso material fotográfico y audiovisual inédito del campo de concentración. Este será su único destino en España.
Pequeños objetos personales de algunas de sus víctimas, elementos estructurales del campo de grandes dimensiones, documentación y material audiovisual inédito conforman esta muestra que estará hasta el 17 de junio de 2018 y contará con más de 25 salas expositivas.
Entre las piezas, los visitantes podrán observar entre otras una mesa de operaciones empleada por el equipo del doctor Mengele, un barracón originario del subcampo de Auschwitz, uniformes completos de prisioneros, un juego de mesa antisemita o la correspondencia de las personas que habitaban el campo de concentración.
El Museo Estatal de Auschwitz-Birkenau es un museo público ubicado en la ciudad polaca de Oswiecim, dedicado a la memoria de las víctimas de dicho campo de concentración, trabajo forzado y exterminio nazi, así como la conservación del propio espacio (Auschwitz I y Auschwitz II-Birkenau) y los objetos históricos que este contiene.
A pesar de haber cedido anteriormente objetos concretos a otros museos e instituciones, nunca antes ha realizado una colaboración de tal magnitud, por su volumen y relevancia histórica, cediendo más de 400 piezas únicas a una exposición itinerante de carácter internacional.
En declaraciones a Europa Press Televisión, el director del proyecto expositivo, Luis Ferreiro, ha explicado que esta exposición pretende que "hagamos una reflexión" y ha señalado que "la memoria tiene sentido siempre y cuando se pueda aplicar su lección hacia el futuro". "Esta muestra nos ayuda a comprender hasta donde pueden llegar las ideologías movidas por el odio y la xenofobia", ha manifestado.
En este sentido, Ferreiro ha asegurado que Auschwitz es "un grito de advertencia a las nuevas generaciones de hasta donde puede llegar la barbarie humana" y ha señalado que los objetos que se exponen son las "únicas voces vivas" ya que los supervivientes al campo van falleciendo. "Cada objeto tiene su voz y los visitantes establecerán una conversación con ellos y les contará su historia", ha manifestado.
Así mismo, algunos visitantes de la exposición, como Pilar, la han calificado de "escalofriante" y ha explicado que "pensar que algo así ocurrió y puede volver a ocurri hace que se te pongan los pelos de punta". En este sentido, Sully ha asegurado que es una exposición que "te toca" y te hace sentir "tristeza y horror".
Santiago, por su parte, ha señalado que una exposición "muy constructiva" pero a la vez " muy triste". "Te vas sintiendo una gran desilusión por el ser humano, de como podemos llegar a ser tan miserables", ha resaltado. Además, Alberto, ha calificado la exposición de "impactante" especialmente al "reconocer lo que es capaz de llegar el ser humano". "Es una historia que pasó y te hace reflexionar sobre los fanatismos", ha concluido.
'Auschwitz. No hace mucho. No muy lejos' ha sido creada por Musealia, en colaboración con el Museo Estatal de Auschwitz Birkenau y más de una veintena de reputadas instituciones internacionales coleccionistas privados e, incluso, supervivientes de la Shoah.
La exposición Auschwitz permanecerá en el Centro de Exposiciones Arte Canal de Madrid, primero de sus 14 destinos mundiales en Europa y Estados Unidos, del 1 de diciembre de 2017 al 17 de junio de 2018.
Más de 70 años después de su liberación, Auschwitz continúa siendo hoy en día símbolo universal del Holocausto; uno de los episodios más oscuros de la historia reciente, que se saldó con el asesinato de más de 6 millones de personas a manos de la Alemania nazi de Hitler.
PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
Creado por el Gobierno de Polonia en 1947, el museo de Auschwitz comprende 191 hectáreas y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979. En 2016 superó su propio récord de visitantes, al recibir a más de dos millones.
Las principales víctimas de Auschwitz fueron judíos, polacos, gitanos, prisioneros de guerra soviéticos y de otras nacionalidades (checos, bielorrusos, franceses, alemanas, austríacos, rusos, eslovenos y ucranianos en su mayoría) y personas de otros colectivos considerados por el régimen de Hitler como "elementos indeseables", como los homosexuales.
De los 1,3 millones de personas deportadas a Auschwitz, apenas se registró e internó en el campo a aproximadamente 400.000, tras asesinar a los 900.000 prisioneros restantes en un plazo de apenas unas horas desde su llegada en tren al campo.