Una surfera acechada por un terrorífico tiburón es el argumento de Infierno azul, el último filme del director español Jaume Collet-Serra, quien aseguró a Efe que "lo mejor y lo peor" del cine estadounidense es que está diseñado para producir películas comerciales.
"Tienes que entender que lo mejor y lo peor de Hollywood es que es una industria", aseguró en una entrevista telefónica con Efe Collet-Serra (1974, Barcelona), quien añadió que la parte positiva es que es un mundo "predecible", mientras que la cara negativa es que es un sector al que "le interesa solo lo que le interesa".
"Si entiendes eso y es lo que quieres hacer, pues perfecto; pero si quieres hacer otra cosa, pues no es el lugar adecuado", añadió el realizador antes de subrayar que él sí se siente cómodo en este ambiente porque quiere crear "películas comerciales".
En esa dirección de cine espectacular y muy entretenido apunta también "Infierno azul", la cinta que se estrenará este viernes en Estados Unidos y en la que la actriz Blake Lively ("Gossip Girl") da vida a una surfera herida y completamente aislada en una diminuta roca en pleno océano, mientras un enorme y escalofriante tiburón amenaza con devorarla.
Collet-Serra explicó que, tras haber realizado varios thrillers "oscuros y claustrofóbicos", le apetecía hacer "algo diferente, algo que tuviera sobre todo más luz", un aspecto que se refleja en las impresionantes imágenes de la playa y el mar.
"Me interesaba la idea de hacer una película con un solo personaje, con una sola localización, con un poco más de luz y color. Y también hacer una película donde tuviera muchos efectos visuales, para poder probar cómo es eso", detalló sobre los retos técnicos de "Infierno azul", en la que también aparece con un pequeño papel el actor español Óscar Jaenada.
Rodada en su mayoría en una playa idílica de Australia, la producción de la cinta afrontó diversas dificultades. "De muchas películas, tanto (rodadas) en el agua como en la naturaleza, todo el mundo habla que ha sido una pesadilla. Bueno, la nuestra no ha sido diferente", señaló Collet-Serra.
"El problema es que la naturaleza, todos lo sabemos, y especialmente cuando estás en una isla y cerca del agua, cambia cada cinco minutos", afirmó el director para explicar los problemas que supuso estar pendiente, por ejemplo, de cuándo suben y bajan las mareas o de evitar las tormentas.
Combinación de película de terror y relato de supervivencia, "Infierno azul" se hace un hueco en el subgénero de las películas con tiburones asesinos que desde "Tiburón" (1975), de Steven Spielberg, han llegado de forma habitual a la gran pantalla.
Collet-Serra enfatizó que en su largometraje intentó retratar al tiburón de una "manera realista", algo solo posible ahora gracias al avance de los efectos especiales, y destacó además el rol crucial de la actriz Blake Lively. "Cuando tienes un solo personaje, el actor no es que sea importante: es fundamental. Tienes que escoger a alguien que no solo se sienta atraído por el proyecto sino que funcione para el proyecto", dijo.
"Ya no es una cuestión de guión, porque no habla durante media hora. Todo lo que ocurre, ocurre en su cara, en sus reacciones. Y tienes que poner mucha fe en ese actor y el actor fe en ti", describió. Con más de una década de experiencia en Hollywood, Collet-Serra ya prepara su próximo proyecto, "The Commuter", en el que contará de nuevo con su actor fetiche, Liam Neeson.
Tras los notables resultados comerciales de "Sin identidad" (2011), "Sin escalas" (2014) y "Una noche para sobrevivir" (2015), Collet-Serra y Neeson se reencontrarán en un thriller con "muchos personajes y misterio" ambientado en un tren. Además el director no cerró la puerta a prolongar su fructífera colaboración: "Si puedo trabajar con mi fotógrafo en diez películas, por qué no puedo trabajar con mi actor en diez películas".