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El próximo miércoles 7 de diciembre llega a los cines Hasta el último hombre, una historia real ambientada en la Segunda Guerra Mundial que supone el regreso de Mel Gibson como director desde que en 2006 estrenara Apocalypto. Una cinta que el propio director define con una frase tan contundente como descriptiva: "Hasta el último hombre es la historia de un hombre que va hasta el peor sitio de la Tierra, sin armas".

"Estoy dispuesto a correr bajo el fuego enemigo para salvar a mi enemigo ¿Qué te parece? Eso es dinamita, ese tío era...", dice entusiasmado Gibson en esta 'featurete' en exclusiva para Europa Press en la que los miembros del reparto elogian su capacidad como director y, sobre todo "su gran instinto" para saber qué funciona y qué no en la gran pantalla.

Fue precisamente ese instinto lo que le llevó a elegir a Andrew Garfield, protagonista de The Amazing Spiderman, para dar vida al héroe real cuyas hazañas se llevan a la gran pantalla en Hasta el último hombre. "Mel dice que no disfruta mucho haciendo películas, pero creo que es mentira, se lo pasa en grande. Y trabajar con alguien que es tan buen actor, que se fija en ti, te hace sentir seguro", afirma Garfield

Sobre su personaje, el joven interpreta destaca que "Desmond creía en este concepto de unidad, de que todos somos uno, que todos somos hermanos. Y no lo vivía solo con sus palabras o sus ideas, lo vivía a través de sus acciones y eso se ve en la película".

Hasta el último hombre nos lleva hasta el frente del Pacífico en el Japón de 1945. Desmond Doss (Andrew Garfield), un hombre contrario a la violencia, se alista en el ejército de EEUU para servir como médico de guerra en plena II Guerra Mundial.

Tras luchar contra todo el estamento militar y enfrentarse a un juicio de guerra por su negativa a coger un arma, consigue su objetivo y es enviado a servir como médico al frente japonés. A pesar de ser recibido con recelo por todo el batallón durante la salvaje toma de Okinawa, Desmond demuestra su valor salvando a 75 hombres heridos consiguiendo el respeto de los soldados.