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La presidenta en funciones de la Comunidad, Esperanza Aguirre, ha alertado hoy del riesgo de adoptar medidas económicas en función de las ideologías, y ha recomendado al candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, que lo tenga en cuenta cuando plantea la necesidad de cambiar el modelo productivo.

Aguirre ha participado hoy en la presentación del libro "La economía explicada a Zapatero y a sus sucesores", de Pedro Schwartz, un encuentro en el que ha lamentado que los socialistas hayan estado siempre "más pendientes de sus prejuicios y sus dogmas" que de aplicar medidas ortodoxas en materia económica.

La presidenta en funciones ha señalado que la crisis económica ha sido utilizada por los "amantes del intervencionismo" para atacar el liberalismo, cuando en realidad, según ha dicho, en el origen de la crisis no están los mercados financieros, sino las políticas públicas que adoptaron muchos gobiernos.

Por eso, ha insistido en la importancia de que los políticos estén bien asesorados, porque "cada decisión económica, por bien intencionada que sea -y especialmente cuando es bienintencionada- puede tener consecuencias negativas".

Aguirre ha repasado la actitud del Gobierno socialista frente a la crisis, que comenzó negando, continuó con la decisión de aumentar el gasto público, y ha concluido con un giro de sus políticas por las exigencias de recortes llegadas desde otros países y desde las instituciones económicas mundiales.

Bajo su punto de vista, un presidente o un dirigente político debe rodearse de los mejores para acertar con sus decisiones económicas, pero "desgraciadamente en España los socialistas han estado más pendientes de sus prejuicios y de sus dogmas que de la ortodoxia".

Esto es lo que ha llevado a Aguirre a invitar a Rubalcaba a leer el libro de Schwartz, a pesar de que se ha mostrado convencida de que no será él quien tenga que adoptar las decisiones económicas a partir de las elecciones generales, sino el candidato popular, Mariano Rajoy -a quien también ha recomendado esta lectura-.

Pedro Schwartz, por su parte, ha señalado que su obra parece estar dedicada a José Luis Rodríguez Zapatero, "pero ya no merece la pena decirle nada", salvo que en un "arrebato de patriotismo" quiera realizar antes de las elecciones todas las reformas que tiene en mente.

El libro está más bien dedicado "a sus sucesores y a los consejeros económicos", porque cuando estos últimos están "mal enseñados" pueden hacer "mucho daño a la economía española".

A este respecto, ha recordado la conversación entre Zapatero y su entonces asesor Jordi Sevilla -captada por los micrófonos sin que ambos se dieran cuenta-, en la que este último le decía que en "dos tardes" podía aprender la economía que necesitaba saber.

Su libro se divide no en dos, sino en "tres tardes", tres capítulos en los que repasa las causas de la crisis, explica los errores de las políticas económicas intervencionistas -muchos de los cuales se quieren aplicar para paliar la crisis-, y da diez pautas para explicar la economía.

Schwartz, en estas recomendaciones, advierte a los gobiernos de que deben evitar las políticas públicas aisladas, y más que pensar en medidas puntuales para arreglar problemas, deberían decantarse por crear regímenes de reglas económicas "simples y estables".