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Bankia obtuvo un beneficio neto atribuido de 747 millones en 2014, un 83% más que un año antes, tras ajustar a la baja las cuentas de 2013 bajo los nuevos criterios contables y dotar 312 millones para hacer frente a reclamaciones por su salida a bolsa, según ha informado hoy a la CNMV.

De hecho, si se excluye esa provisión extraordinaria, que en términos netos fue de 218 millones, el banco cotizado habría ganado 966 millones de euros, un 137% más que un año antes, o un 58% si no se actualiza el resultado de entonces, que fue de 611 millones.

Con estos resultados, el banco, que recibió una multimillonaria ayuda pública en 2012, podrá destinar un dividendo de 202 millones de euros, de los que 126 millones serán cobrados por su matriz, BFA, participada íntegramente por el Estado.

El resultado neto del grupo BFA, que en total ha reservado 780 millones para las posibles indemnizaciones a accionistas, se quedó en 418 millones, un 80,8% menos que en 2013, cuando incluyó 1.795 millones sólo por el canje de preferentes y deuda subordinada.

En las cuentas de Bankia, que son las que realmente reflejan la evolución del negocio, el margen de intereses en el conjunto del año sumó 2.927 millones, lo que supone una mejora del 20,7% ajustados los resultados de 2013 o del 14% si se dejan como estaban.

Los ingresos por comisiones siguieron subiendo y en todo el año alcanzaron los 948 millones, un 1,3% más que en 2013; de esta manera los ingresos típicos bancario (intereses y comisiones) se elevaron a 3.875 millones y ayudaron a que el margen bruto llegara a los 4.009 millones, un 15,1% más. Los gastos de explotación, por su parte, se redujeron un 8,3% respecto a 2013, hasta 1.586 millones.

Gracias a la combinación de la mejora de los ingresos y a la reducción de gastos, Bankia ganó en eficiencia hasta situarla en el 43%, y el resultado antes de provisiones fue de 2.267 millones, un 43,8% más.

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, destaca en un comunicado que para el banco, en 2014, cada trimestre fue mejor que el anterior, una "tendencia" que marca un "buen punto de partida" para lograr en 2015 el objetivo de rentabilidad sobre fondos propios (ROE) del 10%. A cierre de 2014 la rentabilidad era ya del 8,6%, aunque la provisión extraordinaria por la salida a bolsa, la redujo al 6,6%.

Por su parte, el consejero delegado, José Sevilla, afirmó que en 2014 el banco volvió a mostrar "su fortaleza comercial y a ganarse la confianza de sus clientes".

En cuanto al crédito, en el año cayó un 5,4%, hasta 112.619 millones, a pesar de que Bankia concedió nueva financiación a autónomos, pymes y empresas por importe de 12.000 millones en 2014.

Por su parte, los depósitos y la financiación con cámaras cayeron un 1,6%, hasta 106.807 millones, por la caída de este último epígrafe, ya que entre depósitos estrictos de clientes y recursos fuera de balance, el banco captó 7.225 millones durante el año.

Otra dato a destacar es que el banco cerró 2014 con un saldo de morosos de 16.547 millones, 3.475 millones menos que un año antes, lo que unido a la venta de carteras de créditos impagados explica que su morosidad pasara del 14,65% del cierre de 2013 al 12,86%, la tasa más baja en dos años.

La bajada de la morosidad estuvo acompañada de una mejora de las provisiones sobre los créditos dudosos que permanecen en el balance de Bankia, lo que hizo que la tasa de cobertura subiera en el año en más de un punto porcentual, hasta llegar al 57,6%.

En cuanto a los niveles de solvencia, bajo normativa de Basilea III, Bankia cerró 2014 con una ratio de capital del 12,28%, que anticipando a la fecha actual los futuros requerimientos, lo que se conoce en el argot como "fully loaded", se situó en el 10,60%.