Banderas de la UE en la sede de la Comisión Europea en Bruselas | EUROPA PRESS
(Actualizado

La Dirección General de Fiscalidad y Unión Aduanera, de la Comisión Europea, ha admitido a trámite una demanda contra los impuestos a la banca y las energéticas aprobadas por el Gobierno de Sánchez, según ha adelantado Vozpópuli.

El procedimiento abierto en Bruselas, se abre tras la denuncia presentada el pasado 22 de diciembre por el abogado Isaac Ibáñez ante la Comisión Europea, al considerar que los impuestos a banca y energéticas eran contrarios al Derecho comunitario. Si la Comisión considera que existe infracción y no hay rectificación por parte del Gobierno, el asunto podría terminar ante el Tribunal de Justicia de la UE.

El letrado considera, en su denuncia, que el impuesto a la banca vulnera elementos esenciales del Derecho comunitario, ya que discrimina en función de la residencia y ataca principios básicos como la libertad de establecimiento y la libertad de movimiento de capitales.

Y con respecto al impuesto a las energéticas, argumenta que no grava beneficios, sino el volumen de ventas, lo que cree que va radicalmente en contra del gravamen europeo, que establece que sólo puede afectar a los beneficios obtenidos en 2022/23 por encima de un aumento del 20% de los beneficios imponibles medios generados en los cuatro ejercicios finales iniciados desde el 1 de enero de 2018.

El Gobierno de Ayuso recurre al Constitucional el impuesto de Pedro Sánchez contra el Patrimonio

Ya existen varios precedentes en que los cambios fiscales del Gobierno español han terminado ante la justicia europea y que ha obligado a Hacienda a devolver lo recaudado, como el caso del céntimo sanitario o de la presentación del Modelo 720 de declaración de bienes en el extranjero.

La Comunidad de Madrid ya presentó un recurso ante el Tribunal Constitucional contra el llamado impuesto a las grandes fortunas . También se prevé una avalancha de recursos de banca y energéticas a la misma ley.

Previamente a su aprobación, este nuevo impuesto a la banca y a las energéticas ya había sido criticado por el Banco Central Europeo.