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La Comisión Europea (CE) elevó hoy una décima su previsión de crecimiento para España en 2018, hasta el 2,6 % del PIB, como consecuencia del "fuerte impulso" registrado en el segundo semestre de 2017 y pese a las "consecuencias contenidas" de la crisis institucional en Cataluña.

"Aunque se han contenido las consecuencias para el crecimiento de los recientes acontecimientos en Cataluña, los futuros podrían tener un impacto, cuyo alcance no puede anticiparse en este momento", advirtió el Ejecutivo comunitario en sus previsiones macroeconómicas de invierno publicadas hoy.

Bruselas mantuvo sus estimaciones para 2017 en el 3,1 % y para 2019 en el 2,1 %, con lo que España crecerá este año y los dos próximos por encima de la media de la Unión Europea.

Bruselas augura también que el consumo privado se desacelerará por una menor creación de empleo, aunque añade que este componente seguirá siendo el principal elemento del crecimiento del PIB. Sin embargo, señala que existen "señales contradictorias" en datos de paro por por las diferencias entre el paro registrado en las oficinas de los servicios públicos de empleo y la Encuesta de Población Activa (EPA). "Los indicadores del mercado laboral muestran señales contradictorias, con datos de empleo administrativo con una proyección más positiva que la encuesta de población activa", indica Bruselas.

Del mismo modo, el documento subraya que se "evaporarán" otros factores que apoyaron el aumento del consumo de los hogares en años anteriores, como la mejora de las condiciones de financiación, al tiempo que el incremento de los precios del petróleo puede ser otro "obstáculo" para el consumo.

Finalmente, Bruselas estima que la inflación aumente de nuevo en la primera mitad de este año antes de recobrar una tendencia descendente a finales de 2018, debido a los efectos de base del precio del petróleo, para registrar una media anual del 1,6%.