La Comisión Europea mantiene intactas sus estimaciones de crecimiento para la economía española, del 1,7% este año y del 2% en 2025, gracias a un cierre de 2023 mejor de lo esperado y al comportamiento del consumo y la inversión, que seguirán apoyando la expansión económica en un escenario de ralentización.
Con este dato, la economía española seguirá siendo la que más crece entre las grandes de la zona euro, frente al aumento del 0,3% de Alemania, el 0,9% de Francia y el 0,7 % de Italia que contempla Bruselas para el ejercicio actual, en el que la eurozona se expandirá de media un 0,8 %.
El Ejecutivo comunitario publicó este jueves la actualización de invierno de sus previsiones económicas, que también calculan una inflación media en España del 3,2% este año (dos décimas menos que la estimación anterior) y del 2,1% el próximo.
Bruselas apunta, por tanto, a una "moderación" de la actividad en España, que cerró el pasado año con un crecimiento medio del 2,5 %, y su estimación para 2024 es además tres décimas inferior al 2 % que calcula el Gobierno en su último escenario macroeconómico.
El departamento económico de la Comisión explica esta ralentización por el menor impulso del turismo y la "todavía débil situación de los principales socios comerciales" del país, dos cuestiones que "limitarán el dinamismo de las exportaciones".
Por otro lado, el Ejecutivo comunitario cree que la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) que mantiene el tipo de interés de referencia en el 4,5 % seguirá afectando a la demanda doméstica "especialmente a la luz de los todavía elevados, aunque en descenso, niveles de deuda interior y exterior".
En contraposición, Bruselas espera que el consumo privado - apoyado en mejoras de la renta disponible y en el uso "parcial" del ahorro - y una inversión amplificada por el plan de recuperación "sostengan la expansión económica este año" beneficiándose también de un final de 2023 que fue mejor de lo esperado, con un crecimiento del PIB en el último trimestre del 0,6 %.
Esto, sumado a un comportamiento del empleo que se "desacelerará" pero que "todavía contribuirá a la actividad económica y a unas condiciones de financiación para las empresas que se suavizarán en el medio plazo, harán que el crecimiento del PIB "se acelere de nuevo en 2025" hasta alcanzar el 2%.
"El consumo y la inversión (en España) conducirán el crecimiento gracias a nuevas ganancias de poder adquisitivo de los hogares y la ejecución continuada del plan de recuperación", explicó en una rueda de prensa el comisario de Economía, Paolo Gentiloni.
Con respecto a los precios, Bruselas cree que continuarán con su senda descendente este año para cerrar el ejercicio en una media nominal del 3,2 %, dos décimas menos que en 2023, mientras que también se irán disipando las presiones subyacentes.
No obstante, el informe añade que la retirada esperada de la mayoría de las medidas adoptadas por el Gobierno para mitigar el impacto de los precios energéticos "ejercerán una presión al alza" sobre los precios. Aun así, espera que la inflación en 2025 baje casi un punto, hasta el 2,1 %.