CEOE alerta de que subir impuestos lastraría la competitividad, inversión y el empleo
Elevar el Impuesto sobre Sociedades sin reducir la presión fiscal total que soportan podría acarrear un efecto contrario al deseado
Rosell, "preocupado" por la relajación de los objetivos de déficit, insta a reducir las "bolsas de despilfarro"
La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha considerado este martes un "error" subir los impuestos a las empresas, como planea el Gobierno de Pedro Sánchez, porque ello "lastraría" la competitividad, recortaría la inversión nacional y extranjera, reduciría a medio plazo la tributación" y podría perjudicar la creación de empleo.
Durante la presentación de un informe sobre tributación empresarial en la sede de la patronal, el presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha criticado que cuando se habla de subir impuestos "sólo se mire a las empresas". "No se puede buscar sólo en las empresas los mayores ingresos que algunos piensan que son necesarios", ha señalado.
Rosell ha insistido en que la tributación empresarial en España está en línea con la media europea, "por no decir por encima". "Nosotros estamos poniendo encima de la mesa información. No inventamos datos; son datos de la Agencia Tributaria, de Eurostat y del Banco Mundial, y la conclusión más importante es que estamos en la media europea en tributación empresarial", ha argumentado.
En este sentido, la patronal ha apuntado que los ingresos públicos que aportan las empresas respecto al total alcanzan en España el 30,4%, mientras que la media de la eurozona es del 26,2%. Además, las empresas en España soportan una carga tributaria con un tipo real del 46,9% sobre beneficios, frente a la media europea del 40,9%. De este modo, explica la CEOE, incluyendo el efecto de todos los impuestos que inciden sobre las empresas, la presión fiscal de éstas en España es seis puntos superior a la media de la UE.
EFECTO CONTRARIO AL DESEADO
Según la CEOE, elevar el Impuesto sobre Sociedades sin reducir la presión fiscal total que soportan las empresas mediante la reducción de otros tributos, como las cotizaciones sociales, afectaría negativamente a las empresas y podría lograrse un efecto contrario al deseado.
El dirigente empresarial ha recordado que las empresas no sólo pagan Impuesto sobre Sociedades, sino también otros impuestos como las cotizaciones sociales, el IVA y el IAE, entre otros. De hecho, las cotizaciones sociales que pagan las empresas suponen bastante más de lo que se recauda por Sociedades, 93.000 millones de euros frente a unos 23.000 millones.
"Hay que andar con cuidado, porque un incremento desmesurado de cualquiera de estos impuestos podría tener consecuencias negativas", ha advertido el dirigente empresarial, que ha añadido que si se suben los impuestos a las empresas "las cuentas de las compañías quedan afectadas" y eso influye en la inversión, en la reducción de la deuda y también en el empleo.
Rosell ha avisado de que las empresas "no tienen números infinitos", pues tienen los ingresos que tienen", y ha negado que éstas paguen menos impuestos en España que en otros países. "Si fuera así, todas las grandes empresas se vendrían a España", ha indicado.
Aunque por ahora sólo se conocen "enunciados" sobre los planes del Gobierno en materia fiscal, la CEOE ha apuntado que si se ponen topes al Impuesto sobre Sociedades teniendo en cuenta el resultado contable y no la base imponible, habría problemas para los grupos empresariales que tienen sociedades operando en diferentes países por los convenios de doble imposición.
ACABAR CON LAS "BOLSAS DE DESPILFARRO"
En opinión de Rosell, centrarse sólo en cómo elevar los ingresos y decir que no se puede hacer nada por el lado de los gastos es "incoherente", porque hay "pequeñas bolsas de despilfarro" que se podrían atajar, como los costes ligados a la burocracia administrativa o el absentismo laboral. Por eso apuesta por una reforma del sector público y por combatir la economía sumergida, ya que ello ayudaría a liberar ingresos e incrementar la recaudación.
Rosell también ha mostrado su preocupación por la relajación de los objetivos de déficit público porque considera que, en un momento en el que marchando bien la economía y el empleo, la meta no debería ser otra que "reducirlo a cero". "Con lo que nos ha costado reducir el déficit ahora intentar poner más gasto... Es que poner más gasto es facilísimo (*) Y si además nos suben Sociedades, las empresas empezarán a tomar decisiones", ha zanjado Rosell.
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