La Comisión de la Competencia confirma la anulación de la subasta eléctrica
Detalla una nueva serie de circunstancias técnicas que lo motivaron
"No se observan estrategias coordinadas para la elevación de precios" por las empresas
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha confirmado que "no se observaron estrategias coordinadas" para subir los precios en los mercados de futuro previos a la subasta eléctrica anulada a finales de diciembre, aunque sí hubo algunas "anomalías".
Competencia ha publicado el análisis de los datos sobre los mercados a plazo (OTC y OMIP) en las fechas previas a la subasta eléctrica que se anuló a finales de 2013 y que "confirman y completan" las razones que llevaron a proponer esa invalidación de puja.
Competencia, que había requerido estos datos a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para completar el informe publicado el pasado 7 de enero, detalla una nueva serie de circunstancias técnicas entre las que se refiere a elevados niveles de concentración, reducidas presiones a la baja o valores anómalos en algunos diferenciales y precios en estos mercados.
En el detalle del informe, el organismo señala que los agentes pudieron tener "incentivos a la elevación continuada de precios" de uno de los contratos cerrados en estos mercados previos a la subasta. No obstante, reconoce también que "no se observan estrategias coordinadas para la elevación de precios por parte de las empresas que acapararon mayores cuotas en las posiciones abiertas".
Tras recibir estos datos, que "confirman y complementan las razones que llevaron a proponer la no validación de la subasta", el organismo tiene prácticamente cerrada su investigación sobre esta subasta. El pasado 7 de enero, la CNMC publicó el informe en el que constataba la concurrencia de "circunstancias atípicas" en la subasta eléctrica anulada por el Gobierno a finales de 2013 pero evitaba hablar de manipulación.
El 19 de diciembre de 2013, la subasta Cesur para el suministro de electricidad a los hogares y empresas acogidos a la tarifa cerró con un encarecimiento del componente energético del 25,6%, lo que, de aplicarse al recibo de la luz, se habría traducido en un encarecimiento superior al 10%.
Ante esta situación, el Gobierno tachó esta subida de la luz de exagerada y pidió a la CNMC que investigara la subasta al considerar que había "una clara manipulación" y "falta de competencia", algo que fue inmediatamente rechazado por las eléctricas.
La respuesta de la Comisión fue la recomendación de la no validación de la subasta, por primera vez desde que se fijó este mecanismo para determinar las revisiones de tarifa, debido a "la concurrencia de circunstancias atípicas y en un contexto de precios elevados en el mercado diario durante las semanas previas".
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