Mujer realizando la compra en un supermercado | EUROPA PRESS
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A punto de alcanzar el ecuador de este 2022 son muchas las incertidumbres que se ciernen sobre la economía española. El Gobierno se ha visto obligado a recortar sus previsiones de crecimiento para nuestro país, lo mismo que numerosos organismos internacionales que no son tan optimistas como lo sigue siendo el Ejecutivo.

Tras dos años de pandemia, y con la inflación disparada desde el otoño pasado, el ciudadano ve como cada semana, cuando acude a hacer la compra, el precio de la mayoría de productos sigue en aumento, lo mismo que el resto de servicios.

Esta situación ha comenzado a tener sus primeras consecuencias en el consumo. El Instituto Nacional de Estadística (INE) estima que el consumo de los hogares se contrajo un 3,7% en el primer trimestre, frente al crecimiento del 1,5% que registró en el último cuarto de 2021.

La invasión rusa en Ucrania, que acaba de cumplir su tercer mes, no hace sino aumentar la sensación de incertidumbre. Un conflicto que amenaza con extenderse a otros países europeos. La situación afecta también a las inversiones y sigue provocando que la subida de precios parezca imparable.

Una realidad muy distinta a la que vaticinaba la vicepresidenta, Nadia Calviño tras el Consejo de Ministros del pasado 1 de marzo. “Con respecto al impacto de la invasión rusa en Ucrania, los análisis apuntan a que España es probablemente el país menos expuesto desde el punto de vista comercial y energético”, aseguraba Calviño.

El primer trimestre estuvo marcado además por los efectos de la sexta ola de la Covid, siendo el principal lastre para el PIB el significativo descenso del consumo de los hogares, con una contracción del 3,7%.

Un dato que supone la primera tasa negativa del gasto de las familias desde el primer trimestre de 2021 y su mayor descenso desde el segundo trimestre de 2020, cuando la pandemia y el confinamiento hundió el consumo familiar un 20,4%.

Así, en el primer trimestre de 2022, se notó el frenazo en seco de la economía española, pasando de una tasa de crecimiento del 2,2% a un 0,3%.

De acuerdo con el avance de contabilidad nacional publicado en abril por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la demanda nacional (consumo e inversión) ha restado 1,2 puntos al avance del PIB, en tanto que la demanda externa (exportaciones e importaciones) ha contribuido al crecimiento con 1,5 puntos.

Las cifras contrastan con las previsiones que el Gobierno manejó a la hora de elaborar los Presupuestos Generales del Estado el año pasado, y que contemplaban un crecimiento del 7% para 2022, cuando la realidad es que podría no llegar ni al 3% a finales de este año.

Bajón de las previsiones de crecimiento económico de España: del 7% al 4,3% este 2022

Uno de las principales causas de ese frenazo es la inflación. Los precios disparados han lastrado el consumo de las familias una tendencia que comenzó a notarse a finales del verano de 2021.

Con estos datos, el Gobierno ha revisado sus previsiones de crecimiento. El Ejecutivo ha rebajado drásticamente sus previsiones de recuperación de la economía para este año, que pasa del 7% estimado hace sólo siete meses, al 4,3%, casi tres puntos menos. El Gobierno lo achaca a la incertidumbre por la guerra en Ucrania, un conflicto al que también achaca la subida de precios.

Los precios suben hasta el 8,7% en mayo por el encarecimiento de gasolinas y alimentos

No solo el ejecutivo se ha visto obligado a revisar sus previsiones a la baja sino también todos los organismos internacionales:

    En su último informe el Banco de España destaca un nivel de actividad en la economía española durante el primer trimestre de este año 3,4 puntos porcentuales por debajo del observado antes del comienzo de la pandemia, mientras que en el conjunto del área del euro el PIB rebasó en 0,4 puntos su nivel anterior a la crisis.

    Un dato que ha servido para que el director general de Economía y Estadística de esta institución, Ángel Gavilán, haya señalado sobre la gestión del Gobierno, que "de las grandes economías, somos la peor que lo ha hecho" y que la economía española será la que más tarde en recuperarse.

    Todo ello pese a anticipar un crecimiento para este año superior al proyectado por el Gobierno, un 4,5% para 2022 frente al 4,3% estimado por el Ejecutivo, con el horizonte de alcanzar los niveles de actividad en 2023.

    La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ante esta valoración del Banco de España ha pedido "no sacar citas de contexto" y quedarse con "una visión de conjunto" que, en el caso de la economía española, es de "un crecimiento muy fuerte este año". No obstante, el Banco de España insiste en advertir sobre la situación de la economía española y la gestión que está realizando el ejecutivo.

    El Banco de España advierte de otra rebaja del PIB y retrasa la salida de la crisis a finales de 2023

    En materia de impuestos, el Banco de España apuesta por una “revisión integral del sistema tributario” que conlleve un aumento de la tributación medioambiental para llevar a cabo la transición ecológica y subir también los impuestos al consumo, al tiempo que bajen los aplicados sobre la renta y las cotizaciones sociales.

    En cuanto a la inflación, el Banco de España considera que los precios se mantendrán altos en los próximos meses, para posteriormente moderarse progresivamente.

    Además ha pedido no vincular con el IPC las pensiones, a excepción de las pensiones más bajas, y ha llamado a centrar las medidas de apoyo en los sectores más afectados. En este sentido, considera que el descuento de 20 céntimos por litro en el repostaje de combustible es regresivo, porque beneficia principalmente a rentas más altas.

    Precisamente para luchar contra la inflación, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha confirmado que la entidad monetaria comenzará a subir los tipos de interés en julio y que la zona del euro saldrá de los tipos de interés negativos a finales del tercer trimestre.

    Lagarde espera además que las compras de deuda "concluyan muy pronto en el tercer trimestre".

      El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha reducido en un punto su previsión de crecimiento económico para España este año y calcula que será del 4,8%, y ha rebajado asimismo la de 2023 en medio punto, hasta el 3,3%, mientras que la inflación en nuestro país será del 5,3% y del 1,3%, respectivamente.

      El FMI reduce la previsión de crecimiento para España este año al 4,8%

      En su último informe de perspectivas económicas mundiales, el FMI coloca la invasión rusa de Ucrania como la causa principal del freno en el crecimiento europeo, aunque considera que España no nota el impacto tanto como otros países energéticamente más dependientes de Rusia, como Alemania e Italia, que se ven más afectados.

        La Comisión Europea ha alertado a España por su elevada deuda pública, privada y externa y por las altas tasas de paro.

        En sus recomendaciones macroeconómicas de este año, señala que la deuda de los hogares y las empresas se mantiene en niveles superiores a los de antes de la pandemia de coronavirus y "exceden los niveles de prudencia", mientras que la "elevada deuda pública" con respecto al PIB también es "bastante superior" al nivel precovid.

        Sobre el empleo, Bruselas advierte de que persiste la "segmentación" del mercado laboral entre temporales e indefinidos, así como el elevado paro juvenil.

        Bruselas advierte a España de su elevado endeudamiento y del paro

        Según la última previsión de la Comisión Europea nuestra economía crecerá un 4% en 2022, lo que supone un recorte de un 1,6% en comparación con la estimación que hizo en febrero.

        Aún así sitúa a la economía española como la cuarta en crecimiento del conjunto de la UE en el presente ejercicio, sólo superada por Irlanda, Malta y Portugal, el Estado miembro que registrará un mayor crecimiento.

        Para 2023, Bruselas estima un repunte del PIB de España del 3,4%, hasta un punto porcentual menos de lo previsto a principios de año y el pasado noviembre, lo que retrasará la recuperación de los niveles económicos prepandemia hasta mediados de 2023.

        La Comisión Europea también ha avisado, en la línea del Banco de España (BdE) y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), sobre el retraso que se está produciendo en la ejecución de los fondos de la Unión Europea.

        De cara al segundo semestre de este año, esperan que los fondos permitan aportar cerca de un punto porcentual al PIB este año y otro el que viene, lo que supondría añadir dos puntos al crecimiento en el trienio 2021-2023

        Bruselas recorta hasta el 4% su previsión de crecimiento de España en 2022 y duplica la inflación al 6,3%

        En cuanto a la inflación media apunta a un repunte llegando hasta el 6,3% para el presente ejercicio, frente al 2,8% estimado a principios de año.

        La Comisión Europea destaca que el turismo ha sido el motor de la economía española desde el verano de 2021 y que el crecimiento económico se acelerará a partir del tercer trimestre del 2022, gracias a las inversiones en el marco del Plan de Recuperación y a la recuperación del consumo, que a su vez se verá aupado por la recuperación del mercado de trabajo y los niveles de ahorro derivados de la pandemia.

        Prevé que la inflación alcance su punto máximo a mediados de este 2022 y apunta a un deterioro del poder adquisitivo de los españoles por el alza de precios lo que propiciará que el consumo se mantenga en niveles inferiores, todavía, a los de la pandemia.

        Bruselas señala que el alza de los precios de la energía en España ha sido más rápida que en otros países de la zona euro, lo que puede tener consecuencias en sectores como el transporte o la construcción y, en paralelo, podría afectar al consumo privado.

          Las previsiones de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) apuntan a que la economía española crecerá un 4,2% del PIB en 2022, lo que supone un recorte de 1,4 puntos respecto a su anterior previsión trimestral.

          De cara a 2023, Funcas también rebaja su previsión de PIB, en dos décimas, y la sitúa en el 3,3%.

          Por otro lado, estima que la inflación media a final de año será del 6,8%, 2,2 puntos porcentuales más en comparación con su estimación anterior.

          Otro palo para el Gobierno: Funcas recorta al 4,2% la previsión de crecimiento de España

          El impacto del alza de los precios afectará al consumo privado, cuya previsión de crecimiento pasa del 3,8% al 4,9%, reduciéndose la capacidad de compra de los españoles en 16.700 millones de euros.

          En ningún caso prevé que la inflación alcance los dos dígitos en ningún mes. Así, consideran que el escenario “va a ser positivo, pero a un ritmo inferior” situándose la situación económica a final de año 2,5 puntos del PIB por debajo de la situación prepandémica.

          Asimismo, la previsión de Funcas estima que la senda de deuda pública se rebaje del 118,5% en 2021 hasta el 112% en 2023 debido al “efecto rebote” de la economía.

          Funcas ha realizado estas previsiones considerando que la guerra de Ucrania no se extenderá más allá del segundo trimestre del año, por lo que reconoce que existe una “incertidumbre muy elevada”.

            La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) considera que el escenario macroeconómico manejado por el Gobierno, con una previsión de crecimiento del 4,3% en 2022, es “factible”.

            Sin embargo, advierte de que “el entorno es de elevada incertidumbre y los riesgos son más elevados de lo habitual”, debido a la guerra en Ucrania, la alta inflación o la persistencia de la pandemia.

            Considera además que la tasa de referencia establecido por el Gobierno en el 5% para el déficit público en 2022 es “poco exigente” en comparación con el 4,2% que prevé la propia autoridad independiente, al tiempo que advirtió que el gran déficit estructural y el alto endeudamiento sitúan a España en una situación de vulnerabilidad.

            La AIReF recorta el crecimiento de España y prevé un desplome del PIB del 6,3% al 4,3%

            En abril la AIReF decidía rebajar del 6,3% al 4,3% del PIB, dos puntos porcentuales, su previsión de crecimiento de la economía en 2022.

            En lo que respecta a la senda fiscal, Airef considera que la contemplada en la Actualización del Programa de Estabilidad es “factible”, pero con diferencias respecto a la manejada por la propia autoridad independiente en lo relativo al perfil temporal y el reparto entre subsectores, ya que Airef prevé que el déficit cierre 2022 en el 4,2%, frente al 5% que estima el Gobierno, para bajar al 3,3% en 2023.