La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha asegurado este martes que la institución está dispuesta a llegar "tan lejos como sea necesario" para garantizar que la inflación se estabilice a medio plazo en el objetivo del 2% y ha defendido que contar con una herramienta específica para combatir la fragmentación permitirá a la entidad aumentar los tipos de interés "tanto como sea necesario".
La francesa ha confirmado en su discurso inaugural de la edición de 2022 del foro de bancos centrales que el BCE organiza en Sintra (Portugal) que el Consejo e Gobierno subirá tipos en 25 puntos básicos en julio y volverá a subirlos en septiembre, aunque entonces la intensidad del aumento de la tasa dependerá de la evolución de las expectativas de inflación.
Panorama "nublado"
En su análisis, Lagarde ha reconocido que las presiones inflacionarias se están intensificando y ampliando, no solo como reflejo de los altos precios de importación, ya que comienzan a afianzarse en el sector servicios, mientras que el bajo desempleo y la escasez de mano de obra generalizada, junto a la recuperación, sugieren un repunte de los salarios superior al 4%, según las últimas previsiones para 2022 y 2023 y del 3,7% en 2024, casi el doble del promedio histórico antes de la pandemia.
Asimismo, Lagarde ha advertido de que existen señales de que los shocks de oferta que afectan a la economía podrían durar más y, aunque es razonable suponer que las interrupciones de la cadena de suministro global se resolverán gradualmente, las perspectivas para la energía y las materias primas siguen siendo "nubladas".
Contra la fragmentación
A este respecto, la presidenta del BCE ha reiterado la importancia de que la política monetaria sea transmitida de manera adecuada entre las distintas jurisdicciones de la eurozona, para lo que el banco central, además de gestionar las reinversiones de vencimientos, ha ordenado acelerar el diseño de un nuevo instrumento específico para combatir la fragmentación en los mercados de la zona euro.
"El nuevo instrumento deberá ser eficaz, a la vez que proporcionado y contener garantías suficientes para preservar el impulso de los Estados miembros hacia una política fiscal sólida", ha apuntado Lagarde.
En este sentido, la francesa ha defendido que preservar la transmisión de la política en toda la zona del euro permitirá que las tasas "aumenten tanto como sea necesario".