El Fondo Monetario Internacional (FMI) pidió este viernes a los países de la Unión Europea (UE) que logren pronto un acuerdo sobre sus reglas fiscales para crear un marco de sostenibilidad a medio plazo, y animó a todos, especialmente a los más endeudados, a hacer mayores esfuerzos por reducir su déficit.
La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, presentó el informe de conclusiones del Fondo sobre su misión en la eurozona, que prevé una recuperación "modesta" de su economía tanto este año como en 2024.
El texto advierte no obstante de que la inflación sigue siendo elevada y está aún muy lejos de su objetivo, por lo que serán necesarias más subidas de los tipos de interés.
Una de las primeras peticiones que hace el FMI en su informe es el llamamiento a la consolidación fiscal para "aliviar" las presiones inflacionistas pero también para "reconstruir" el espacio fiscal europeo.
"Un rápido acuerdo en la reforma del marco de gobernanza fiscal y económica ayudaría a la sostenibilidad fiscal a largo plazo", dice el texto.
En la misma línea se pronunció en sus palabras iniciales Georgieva, quien quiso "enfatizar la importancia" de que haya pronto un consenso para "fijar la política fiscal desde 2025 y asegurar que la deuda pública de los países sigue un camino firmemente sostenible".
AJUSTES FISCALES A MEDIO PLAZO
El informe, además, solicita que el acuerdo recoja ajustes fiscales a medio plazo, aunque recomienda cautela. Y si bien admite que extender el periodo de consolidación fiscal puede ser positivo, también pide no basar la reducción del déficit en previsiones de crecimiento "excesivamente optimistas" que pueden fallar.
El informe del FMI se conoce en esta jornada en la que los Veintisiete tendrán el primer debate a nivel político sobre la reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento desde que la Comisión Europea presentara el proyecto legislativo de la misma.
Georgieva advirtió de que la actividad económica de los países de la zona euro se va a ir recuperando "muy gradualmente" y también consideró que la inflación sigue muy alta, además de recalcar que la incertidumbre continúa elevada.
Dicha recuperación, apunta el texto, será posible gracias a la mejora de los ingresos, la atenuación de los problemas en las cadenas de suministro o el aumento de la demanda externa a pesar del endurecimiento de las condiciones financieras.
En cuanto a la inflación, aunque se ha reducido ayudada sobre todo por el abaratamiento energético, la subyacente, que no tiene en cuenta ni energía ni alimentos, se ha mostrado más persistente y no ha comenzado a ceder hasta hace poco.
El informe no da cifras actualizadas del PIB o de las previsiones de inflación, pero sí insiste en que persisten riesgos que pueden llevar a crecer menos o a que los precios vuelvan a repuntar.
Entre esos riesgos cita una reaparición de las turbulencias financieras, una demanda externa más débil de la esperada, salarios y beneficios más altos que empujen la inflación o nuevos shocks en la cadena de suministro.
Georgieva subrayó en cualquier caso que la economía de la eurozona mostró una "extraordinaria resiliencia" tras la invasión rusa de Ucrania, cuando tuvo que encarar "la pérdida comercial más grande en décadas".
El informe del Fondo también destaca la resiliencia del sistema bancario, aunque advierte de que el endurecimiento de las condiciones financieras podría "exponer vulnerabilidades".
Por eso el FMI llama a aumentar las reservas y recomienda que la Unión Europea complete también su arquitectura financiera.