El Gobierno analiza este lunes con los supermercados, la distribución, la industria y el sector primario en el Observatorio de la Cadena Alimentaria la evolución de los precios de la alimentación y el impacto de la rebaja del IVA en determinados productos, aprobado por el Ejecutivo hace un mes para paliar el golpe de la inflación en los hogares.
En concreto, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, presidirá a partir de las 11.00 horas el pleno del Observatorio en la sede del Miniserio de Agricultura, después de convocarlo con carácter extraordinario el pasado miércoles tras conocerse que la inflación de los alimentos alcanzó el 15,4% el mes pasado, tres décimas menos que en diciembre, tras la rebaja del IVA aplicada a ciertos productos de la cesta de la compra.
De esta forma, los representantes de la cadena alimentaria abordarán la evolución de los datos de los precios de los alimentos, después de que el pasado 1 de enero entrara en vigor la rebaja del IVA del tipo reducido del 4% al 0% en el pan, la harina, la leche, el queso, los huevos y las frutas y verduras u hortalizas, mientras que las pastas y los aceites pasaron de estar gravados al 10% a hacerlo al 5%.
Un Observatorio que tiene como objetivo lograr un correcto equilibrio entre los diferentes eslabones de la cadena alimentaria, pudiendo garantizarse de esta forma una competencia justa, leal y efectiva, favoreciendo la transparencia y la eficiencia del proceso de comercialización.
Planas ha reconocido en los días previos a esta reunión que la cadena alimentaria se ha "comportado de forma correcta". "Cada uno está haciendo lo que debe hacer, pero queremos que los precios disminuyan", ha recalcado.
"Mi mensaje para esta reunión es claro. Primero de agradecimiento al buen funcionamiento y trabajo de todos. Luego escuchar para ver el análisis que cada eslabón de la cadena hace de la situación y pedir e insistir que cada uno ponga de su parte para lograr que los precios de los alimentos sigan disminuyendo", ha señalado.
Sobre la mesa en la reunión, además de la evolución del precio de los alimentos, las organizaciones agrarias y algún sector más demandará a Planas que se incluya en la lista de productos con bajada del IVA a la carne y el pescado, algo que el ministro ha descartado por el momento, alegando que las medidas adoptadas por el Gobierno son suficientes.
Además, el titular de Agricultura también ha descartado la pasada semana la última propuesta realizada por Podemos de desplegar una bonificación del 14,4% la cesta básica de la compra, así como la de topar los precios de los alimentos. El despliegue de esta medida se combinaría con un control de los precios fijados por los supermercados de carácter semanal, y la imposición de multas para aquellas cadenas de distribución que aprovecharan esta subvención para mejorar sus ganancias.
Por su parte, el secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, ya avanzó el pasado jueves que reivindicarán en esta reunión que "agricultores y ganaderos no son los responsables del incremento de los precios de los alimentos". "Aquí hay alguien que está ganando mucho dinero y que se investigue y se vea realmente quién se lo está llevando a lo largo de la cadena", denunció Ramos, que reclamó "claridad y transparencia" a lo largo de todos los eslabones de la cadena alimentaria.
Por su parte, la distribución ha recordado que la inflación se debe a un "serio problema" de costes que afecta a toda la cadena de valor y no a una cuestión de los márgenes. En el último año, la fuerte escalada de la energía y materias primas básicas para la producción de alimentos (hasta tres dígitos para los cereales, fertilizantes, cartón, vidrio o plástico) han tensionado al límite los costes de todas las cadenas de valor y provocado un alza de precios.
Fuentes del sector consultados por Europa Press han recordado que la distribución en estos meses ha llevado a cabo una "fuerte inversión" en promociones y descuentos, una revisión de los lineales para adaptar la oferta a la realidad de los hogares, un impulso a las marcas propias con el fin de amortiguar de manera sensible y a lo largo de todo el ejercicio el incremento de los precios que se están produciendo en la industria alimentaria y el sector primario, que están muy tensionados por esta crisis histórica de costes.