El beneficio de Repsol se reduce un 44% en el primer semestre, hasta los 1.420 millones

Repsol registró un beneficio neto de 1.420 millones de euros en el primer semestre de 2023, lo que supuso un descenso del 44,1% con respecto a los 2.539 millones de idéntico periodo de 2022, que se explica por las notables caídas de los precios de los hidrocarburos.

Según informó Repsol a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el resultado ajustado, que mide específicamente el funcionamiento de los negocios, se situó en 2.718 millones, experimentando un descenso menor, del 15,7%.

Por su parte, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) se redujo hasta los 4.303 millones, con lo que fue un 46,3% inferior al del año pasado. Las ventas se redujeron un 25,8%, hasta los 28.339 millones de euros, frente a los 38.182 millones ingresados el año pasado.

Pese a la caída del beneficio, la compañía destaca que el resultado refleja los importantes avances en la ejecución del Plan Estratégico 2021-2025 y el éxito alcanzado en la gestión de un entorno complicado.

A este respecto, señala que el primer semestre de 2023 se caracterizó por un lento crecimiento de la economía mundial, marcado por las decisiones en política monetaria y las tensiones internacionales derivadas de la guerra en Ucrania.

Además, indica que en este contexto de incertidumbre, inflación global y lenta recuperación de la economía china, los precios de los productos energéticos se desplomaron respecto a 2022, cuando se produjo una subida anómala de las cotizaciones de las materias primas.

Como consecuencia, entre enero y junio los márgenes de refino disminuyeron un 29%, los precios del crudo Brent un 26% y el referente estadounidense de gas, el Henry Hub, cayó un 54%.

SUBE INVERSIÓN Y BAJA DEUDA

Durante los seis primeros meses de 2023, Repsol invirtió 3.047 millones de euros, principalmente en proyectos bajos en carbono. El 43% de la inversión total se destinó a España y un 39% a Estados Unidos. En línea con su Plan Estratégico, Repsol prevé que un 35% de las inversiones de 2023 se dediquen a proyectos bajos en carbono, lo que acentúa su carácter transformador.

De hecho, durante el semestre, la compañía ha dado pasos significativos para alcanzar el objetivo de 6.000 megavatios (MW) en 2025 y 20.000 MW en 2030, con la incorporación de la cartera de activos renovables de Asterion Energies (7.700 MW) y el inicio de proyectos en desarrollo en Italia, que se agregan a la progresiva puesta en marcha de nuevas instalaciones en España, Estados Unidos y Chile. En total, tiene ya una capacidad renovable en operación de 2.016 MW.

La deuda neta se situó al final del periodo en 797 millones de euros, un 9% por debajo del cierre de marzo y un 65% inferior a la del 31 de diciembre de 2022. La liquidez alcanzó 11.441 millones, suficiente para cubrir cerca de seis veces los vencimientos de deuda bruta a corto plazo. En lo que se refiere a la contribución fiscal, Repsol mantuvo su elevado nivel de aportación con 7.343 millones de euros, de los que el 67% (4.960 millones de euros) corresponden a España.